La Comisión, que es la autoridad antimonopolio de la UE, multó en 2014 a la empresa alemana de telecomunicaciones con 31 millones de euros por abusar de su posición dominante en el mercado eslovaco de comunicaciones de banda ancha.

En 2018, el Tribunal General redujo la multa en 12 millones de euros, que el Ejecutivo comunitario devolvió a Deutsche Telekom dos meses después.

Sin embargo, Bruselas se negó a pagar intereses por el periodo transcurrido entre el pago y el reembolso parcial.

El tribunal consideró que se trataba de una "infracción grave" de las normas de la UE y condenó a la Comisión a pagar a Telekom 1,8 millones de euros.