Con una producción anual de unos 8 millones de vehículos en todo el mundo y unos ingresos de más de 165.000 millones de euros (203.000 millones de dólares), se espera que la empresa recién creada desempeñe un papel clave en el salto de la industria del automóvil a la nueva era de la electrificación.

Stellantis tendrá 14 marcas, desde Fiat, Maserati y Jeep, Dodge y Ram, de FCA, hasta Peugeot, Citroën, Opel y DS, de PSA, tradicionalmente centradas en Europa.

FCA y PSA dijeron que esperaban completar su unión el 16 de enero, adelantándose a una indicación anterior que apuntaba a un cierre dentro del primer trimestre de este año.

Las acciones de Stellantis comenzarán a cotizar en Milán y París el 18 de enero, y en Nueva York al día siguiente, dijeron los dos fabricantes de automóviles en un comunicado conjunto.

En dos juntas extraordinarias de accionistas distintas, celebradas prácticamente el lunes debido a la pandemia de coronavirus, los inversores de cada grupo respaldaron la fusión con porcentajes de aprobación superiores al 99% de los votos emitidos.

"Estamos preparados para esta fusión", dijo el presidente de PSA y futuro consejero delegado de Stellantis, Carlos Tavares.

Tavares tendrá que reactivar la suerte del fabricante de automóviles en China, racionalizar un imperio en expansión y hacer frente a un enorme exceso de capacidad, además de centrarse, al igual que sus rivales, en la creación de coches más limpios.

El presidente de FCA, John Elkann, futuro presidente de Stellantis, afirmó que el nuevo fabricante de automóviles "desempeñará un papel destacado en la redefinición de la movilidad en la próxima década".

Por su parte, el consejero delegado de FCA, Mike Manley, que dirigirá las operaciones clave de Stellantis en Norteamérica, afirmó que el 40% de las sinergias esperadas de la fusión, previstas en más de 5.000 millones de euros, provendrán de la convergencia de plataformas y trenes motrices y de la optimización de las inversiones en I+D.

Manley dijo que el 35% de las sinergias provendría del ahorro en compras, mientras que otro 7% provendría del ahorro en operaciones de venta y gastos generales.

El resto de las sinergias se espera que provengan de la optimización de otras funciones, como la logística, la cadena de suministro, la calidad y las operaciones posventa, añadió.

FCA dijo en un comunicado separado que pagaría a sus accionistas un dividendo especial previsto de 2.900 millones de euros lo antes posible tras la finalización de la fusión.

PSA y FCA se han comprometido a no cerrar ninguna planta.

(1 dólar = 0,8140 euros)