La visita de Biden a Japón demostrará que Washington puede tanto apoyar a Ucrania como mantener un nivel de compromiso sin precedentes con la región Indo-Pacífica, dijo el funcionario a Reuters bajo condición de anonimato.

Tras la cumbre de tres días que comienza el viernes, Biden hará una breve e histórica parada en Papúa Nueva Guinea, y después viajará a Australia para asistir a una reunión de la agrupación conocida como los países Quad.

A la pregunta de si los líderes del grupo de siete naciones ricas -Gran Bretaña, Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón y Estados Unidos- serían capaces de mostrar unidad a la hora de tratar con China, la segunda economía mundial y el principal desafío a la supremacía global de Estados Unidos, el funcionario respondió:

"Aunque el G7 es un grupo impulsado por el consenso, los anfitriones desempeñan un papel importante a la hora de establecer la agenda y los japoneses están muy, muy preocupados por las cuestiones de seguridad económica en general, incluso frente a China.

"Creo que lo que se puede esperar es que los líderes del G7 dejen claro que todos estamos unidos y unidos tras un enfoque común basado en valores comunes. Y al mismo tiempo, que cada país del G7 va a gestionar su propia relación con China, pero que todos estamos alineados en torno a los principios que guiarán todas nuestras relaciones."

El funcionario dijo que aunque éste era "uno de los temas más complejos" para las reuniones del G7 en Hiroshima, Estados Unidos era "muy optimista".

Las diferencias entre las naciones sobre cómo tratar con China surgieron después de que el presidente francés Emmanuel Macron visitara Pekín el mes pasado. Pidió que la Unión Europea redujera su dependencia de Estados Unidos y advirtió a la UE de que no se viera arrastrada a una crisis sobre Taiwán impulsada por un "ritmo estadounidense y una reacción exagerada china".

Hace dos años, en Gran Bretaña, los líderes del G7 reprendieron a China en materia de derechos humanos.

El funcionario estadounidense dijo que el G7 se centraría en la necesidad de apoyar a los países en desarrollo golpeados por las recientes crisis, como la deuda y el cambio climático, y que los líderes se reunirían en torno a la necesidad de una acción audaz para acelerar la transición hacia la energía limpia.

A la pregunta de si cabía esperar un acuerdo en todo el G7 sobre la limitación de la exportación de tecnología de semiconductores a China y de si existía consenso al respecto, el funcionario respondió:

"Hay consenso sobre la necesidad de garantizar la seguridad de la tecnología. No quiero adelantarme a las discusiones en términos de qué acuerdo habrá, pero creo que entre los países que son los actores más significativos en semiconductores, hay un acuerdo muy amplio y un grado importante de consenso.

"Creo que deberían esperar ver un acuerdo general sobre los principios para definir las relaciones con China que salgan de esto".

El funcionario dijo que esperaba una cumbre trilateral al margen del G7 entre Biden y los líderes de Japón y Corea del Sur para tratar la seguridad económica, la ampliación de los ejercicios militares y sus preocupaciones compartidas sobre Corea del Norte.

La reunión del 24 de mayo de la Cuadrilateral -Australia, India, Japón y Estados Unidos- probablemente aportaría nuevos pasos en materia de seguridad y conectividad digital, inversión en tecnología punta, creación de capacidad en infraestructuras, clima y energías limpias, afirmó.