Australia anunció el miércoles que prohibirá las copias de medicamentos utilizados para perder peso como el Ozempic y el Mounjaro, argumentando que las llamadas versiones compuestas no se someten a pruebas rigurosas y son potencialmente inseguras.

La demanda de Ozempic, de Novo Nordisk, y Mounjaro, de Eli Lilly, se ha disparado debido a que estos medicamentos para la diabetes se utilizan por sus efectos adelgazantes. Pertenecen a una clase creciente de fármacos llamados agonistas del receptor GLP-1 que reducen la ansiedad por la comida y ralentizan la digestión, ayudando a los pacientes a sentirse saciados durante más tiempo.

Pero su popularidad ha provocado escasez, haciendo que los pacientes recurran a alternativas compuestas.

Los fármacos compuestos son medicamentos hechos a medida a base de los mismos ingredientes que las versiones de marca. Suelen ser más baratos, pero no son evaluados clínicamente por los organismos reguladores en cuanto a seguridad, calidad o eficacia.

El ministro de Sanidad, Mark Butler, afirmó que cada vez hay más informes de pacientes que sufren daños por los ejemplares de GLP-1, incluida la hospitalización de un australiano debido a un acontecimiento adverso grave.

"Para mantener a salvo a los australianos, la nueva normativa eliminará (los agonistas del receptor de GLP-1), como los que se están tergiversando y vendiendo como réplicas de Ozempic o Mounjaro, de las exenciones de compuestos farmacéuticos", declaró Butler en un comunicado.

El cambio será efectivo a partir del 1 de octubre, lo que dará tiempo a los pacientes para conseguir un medicamento regulado, dijo.

Al menos 20.000 australianos toman versiones compuestas de Ozempic y Mounjaro fabricadas en farmacia, y la mayoría las utilizan para perder peso, dijo Butler.

En febrero, el comisario de la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU., el Dr. Robert Califf, dijo que le preocupaba la prevalencia en Internet de versiones compuestas de fármacos utilizados para perder peso.

Algunos analistas prevén que el mercado de los fármacos para adelgazar derivados de la diabetes, actualmente liderado por Novo Nordisk y Eli Lilly, podría alcanzar los 100.000 millones de dólares anuales a finales de la década. (Reportaje de Renju Jose en Sydney; Edición de Christopher Cushing)