ESSEN (dpa-AFX) - La Fundación RAG pagó el año pasado 247 millones de euros por las llamadas tareas de eternidad tras el fin de la minería alemana del carbón. Eso supuso 17 millones de euros menos que en 2021, según anunció la fundación el martes en Essen. "Una vez más, hemos cumplido plenamente nuestro principal objetivo fundacional", dijo el presidente de la fundación, Bernd Tonjes.

La suma se financia con los ingresos de unas 20.000 participaciones e inversiones en bonos en todo el mundo, que ascendieron a 347 millones de euros en 2022. Los 100 millones de euros restantes se añaden a las provisiones de la fundación.

Los ingresos proceden, entre otras cosas, de las participaciones mayoritarias en las empresas Evonik (especialidades químicas) y Vivawest (inmobiliaria). "Incluso en el año 2022, plagado de crisis, pudimos lograr un resultado que apuntala de forma impresionante la sostenibilidad y la resistencia a la crisis del modelo de la fundación", prosigue Tonjes.

Las tareas eternas son consecuencias de la minería para las que no hay fin a la vista. Entre ellas están el bombeo continuo de aguas de mina, el bombeo de aguas superficiales en depresiones mineras y la limpieza de aguas subterráneas en antiguos hornos de coque.

La fundación, que se encuentra en los terrenos del Zollverein, Patrimonio de la Humanidad, en Essen, se las arregla con muy poco personal: Tiene 26 empleados. La fundación declaró sus activos a finales de abril de 2023 en 17.300 millones de euros./tob/DP/jha