Europa tendrá que dotarse de más infraestructuras si quiere sustituir el gas ruso tan a fondo como lo ha hecho con el crudo, afirmaron el martes ejecutivos del sector del petróleo y el gas en una conferencia sobre energía.

Las importaciones europeas de gas por gasoducto procedente de Rusia han disminuido desde la invasión de Ucrania por Moscú en 2022, y la Comisión Europea ha pedido a las naciones que pongan fin a su dependencia de los combustibles fósiles rusos para 2027.

Pero los países de la Unión Europea han evitado sancionar o prohibir las importaciones de gas ruso o de su gas natural licuado (GNL). Algunos países, como Austria y Hungría, siguen siendo importantes compradores del combustible ruso.

"Redirigir el gas natural licuado y construir terminales de regasificación no son soluciones a largo plazo, afirmó el vicepresidente de Exxon Mobil, John Ardill, en la conferencia sobre energía CERAWeek".

La empresa ha descubierto gas natural en el Mediterráneo oriental y espera iniciar un programa de perforación exploratoria el próximo año, añadió Ardill.

"La infraestructura no ha existido y sigue sin existir. En este momento, Europa realmente no podría cortar el suministro de GNL", dijo el presidente de Gunvor, Torbjörn Törnqvist, en declaraciones separadas en la conferencia.

"A diferencia del petróleo, Europa es un poco más pragmática a la hora de recibir gas ruso", dijo Tornqvist.

Gunvor sigue cumpliendo su contrato a largo plazo para suministrar GNL ruso a Europa, pero no hay espacio para volúmenes de GNL ruso en el mercado al contado, dijo. (Reportaje de Arathy Somasekhar en Houston)