El negocio de las energías renovables ha obtenido malos resultados debido a la incertidumbre política tras la expiración de los créditos fiscales a la producción de electricidad renovable en 2021, lo que ha golpeado la demanda de los clientes.

GE, que completó la escisión de su unidad de atención sanitaria a principios de este mes, dijo que espera un beneficio ajustado por acción de entre 1,60 y 2,00 dólares para todo el año, frente a la previsión media de los analistas de 2,36 dólares por acción, según Refinitiv.

La escasez de piezas también ha lastrado la producción global y las presiones inflacionistas han disparado los costes, obligando a GE a subir los precios.