BERLÍN (dpa-AFX) - La dirección del Partido de la Izquierda apoya que se ponga fin a las nuevas calefacciones de gas y petróleo a partir de 2024, pero pide más ayudas para las personas con poco dinero. Así se desprende de un documento de tesis publicado el lunes por la líder del partido, Janine Wissler.

Según ella, el cambio a una calefacción más respetuosa con el clima no debería causar costes adicionales a los inquilinos. "Esto significa que los costes de la sustitución de la calefacción sólo podrán repercutirse en los inquilinos en la medida en que ahorren en gastos de calefacción". Para ello, debería suprimirse la llamada tasa de modernización, con la que los propietarios pueden repercutir a los inquilinos los costes de una renovación eficiente desde el punto de vista energético.

Para las viviendas ocupadas por sus propietarios, el partido exige una graduación social de las subvenciones: los propietarios con rentas bajas deberían recibir más ayudas para la instalación de bombas de calor que las personas adineradas. Se habla de "programas de subvenciones progresivamente eficaces".

Para financiar las inversiones, el partido repite su exigencia de suprimir el freno a la deuda, así como un impuesto sobre el patrimonio y un impuesto más elevado sobre los beneficios excesivos de las empresas energéticas. Una ofensiva de formación debe contrarrestar la falta de artesanos.

La reducción de los gases de efecto invernadero en los edificios es uno de los mayores retos de la protección climática. "Por eso, el plan del gobierno federal de dejar de instalar nuevos sistemas de calefacción de gas y petróleo a partir de 2024 es fundamentalmente correcto", afirma el documento. Sin embargo, como la financiación y los fondos no están claros, mucha gente tiene miedo. "Estas preocupaciones están justificadas y deben tomarse en serio", afirma el documento./vsr/DP/men