LVMH registró el miércoles un crecimiento de las ventas en el primer trimestre que duplicó con creces las expectativas de los analistas, ya que la primera empresa mundial de artículos de lujo se benefició de un repunte del negocio en China tras el levantamiento de las restricciones sobre el COVID-19.

El grupo francés, propietario de marcas tan famosas como Dior, Louis Vuitton y Tiffany, registró unas ventas de 21.040 millones de euros en los tres primeros meses del año, lo que representa un crecimiento orgánico del 17%, cuando los analistas esperaban un 8% según el consenso de Visible Alpha.

Estos resultados ofrecen los primeros signos tangibles de los efectos del fin de la política de "cero COVID" en China, abandonada repentinamente a finales de 2022, para un sector mundial del lujo que hasta ahora ha sabido resistir a la inflación y a las turbulencias de los mercados financieros.

El renovado dinamismo en China también debería disipar los temores de los inversores sobre la ralentización observada entre los clientes estadounidenses, cuya fuerte demanda apoyó al sector el año pasado.

En el primer trimestre, LVMH registró un crecimiento de las ventas del 14% en Asia (excluido Japón) y del 8% en Estados Unidos, frente a la estabilidad en Asia y el crecimiento del 15% en Estados Unidos, respectivamente, del año pasado.

"Asia está experimentando un importante repunte tras el levantamiento de las restricciones sanitarias", comentó el grupo en un comunicado de prensa.

Con un crecimiento de las ventas del 18%, la división de moda y marroquinería, la mayor del grupo, fue una vez más el motor del regreso de los clientes chinos a sus tiendas.

Las acciones de LVMH han ganado un 23% desde principios de año en la bolsa de París, superando la subida del 14,5% del índice CAC40, lo que otorga al gigante del lujo una capitalización bursátil de 420.000 millones de euros, la mayor de Europa. (Escrito por Mimosa Spencer, Bertrand Boucey, editado por Blandine Hénault y Jean Terzian)