Tras unos resultados que tuvieron el efecto de una ducha fría y una valoración bursátil dividida por dos desde su salida a bolsa hace seis años, la biotecnológica suiza celebró su junta general la semana pasada.
Se mantiene el objetivo de alcanzar la rentabilidad en 2025. Pero a pesar de los innegables progresos, la prometedora biotecnología controlada por el matrimonio Clozel atraviesa un período difícil: gasta más de 600 millones de francos al año, mientras que sólo dispone de 200 millones de francos de tesorería.
Urge, pues, una nueva fuente de financiación, con dos opciones posibles: la primera, no dilutiva, sería una asociación para el desarrollo o la comercialización de uno de sus tratamientos, a cambio de royalties; la segunda, dilutiva, sería una ampliación formal de capital.
La primera opción sería preferible. Las conversaciones están en curso, pero no se ha conseguido nada a pesar del plazo cada vez más apremiante. En cuanto a la opción de la ampliación de capital, el precio de la acción, en caída libre desde hace varias semanas, sugiere que la base de valoración es insatisfactoria.
Idorsia ha lanzado con éxito su superventas contra el insomnio Quviviq. Sin embargo, los analistas se impacientan porque su debut tarda en traducirse en dinero. La respuesta de la empresa a esta situación es -con razón- que hay que dar facilidades comerciales para asegurar el cebado.
Sin embargo, los últimos doce meses han estado marcados por dos fracasos importantes: Clazosentan -para la hemorragia cerebral- se aprobó en Japón, pero no en Estados Unidos, mientras que Lucerastat -para la enfermedad de Fabry- no superó la fase 3. Todo ello a pesar de que la dirección tenía grandes esperanzas en el potencial de estas dos terapias.
Quedan tres programas clave en cartera: Aprocitentan para la hipertensión, cuya aprobación está prevista para finales de año; Selatrogel para el infarto de miocardio; y Cenerimod para la enfermedad de lupus, ambos en fase 3. Está claro que el mercado castigaría otro fracaso.
Por otra parte, el problema de liquidez debe resolverse rápidamente, antes de finales de mes. A pesar de estos antecedentes, Jean-Paul Clozel y Mathieu Simon - ninguno de los dos es de los que se andan con chiquitas - han mostrado una gran confianza en el potencial de Idorsia.
Idorsia Ltd es una empresa biofarmacéutica con sede en Suiza, especializada en el descubrimiento y desarrollo de pequeñas moléculas, para satisfacer importantes necesidades médicas no cubiertas. La empresa cuenta con una diversa cartera de desarrollo clínico que comprende varios compuestos que se están investigando en múltiples áreas terapéuticas, como trastornos del sistema nervioso central, trastornos cardiovasculares, trastornos inmunológicos y enfermedades huérfanas. Los compuestos en desarrollo de la Sociedad se dirigen a diversas enfermedades como: Hipertensión resistente, lupus eritematoso sistémico, insomnio crónico y enfermedad de Fabry, entre otras.