El mayor explorador de petróleo y gas de Japón dijo en julio de 2019 que planeaba comenzar el diseño de ingeniería frontal (FEED) en el proyecto de 20 mil millones de dólares, también conocido como el proyecto de gas Masela, en 2020, y la producción de GNL en el campo gigante debe comenzar en 2027-2028. Inpex controla el 65% del proyecto.

Sin embargo, los trabajos de preparación del FEED están suspendidos desde el año pasado debido a la pandemia en Indonesia, según declaró el director ejecutivo de Inpex, Daisuke Yamada.

"Habrá algún retraso en el FID, aunque no puedo decir cuándo", dijo Yamada a los medios durante una sesión informativa sobre las ganancias.

La empresa dijo en 2019 que pretendía concluir su FID en tres o cuatro años.

"Además, dado el creciente impulso mundial hacia la descarbonización, es posible que tengamos que considerar el rediseño del proyecto Abadi con la captura y el almacenamiento de carbono (CCS) o la utilización y el almacenamiento de la captura de carbono (CCUS)", dijo Yamada.

Sin embargo, Inpex sigue comprometida con el desarrollo del proyecto, dijo, ya que quiere construir otro pilar además de su proyecto Ichthys LNG en Australia.

La empresa elevó su previsión de beneficios netos en un 21%, hasta los 170.000 millones de yenes (1.540 millones de dólares) para 2021, lo que supone una recuperación en forma de V desde las pérdidas de 111.700 millones del año pasado, debidas a las fuertes pérdidas por deterioro de sus activos de petróleo y gas.

"Los precios del petróleo, más elevados de lo previsto, están detrás de esta mejora", dijo Yamada.

La empresa también ha elevado su estimación de dividendo anual a 40 yenes por acción desde los 33 yenes.

En el periodo enero-junio, Inpex obtuvo un beneficio neto de 51.980 millones de yenes, frente a las pérdidas de 120.800 millones de yenes del año anterior, cuando la pandemia afectó a los precios del petróleo.

(1$ = 110,4900 yenes)