El aumento de la puesta en marcha de nuevos pozos se produce en medio del recorte voluntario de la producción de petróleo por parte de Rusia. El viceprimer ministro ruso, Alexander Novak, declaró la semana pasada que se espera que la producción rusa de petróleo y gas condensado descienda a unos 515 millones de toneladas (10,3 millones de bpd) este año, frente a los 535 millones de toneladas de 2022.

Las principales compañías petroleras rusas no respondieron a las peticiones de comentarios de Vedomosti, según el diario. Rosneft, Lukoil, Gazprom Neft, Surgutneftegaz y Tatneft no respondieron de inmediato a las peticiones de Reuters para hacer comentarios.

La oficina de prensa del Ministerio de Energía dijo que el gobierno estaba trabajando junto con las compañías de petróleo y gas para asegurar la reposición y el crecimiento de las reservas de petróleo, informó el periódico.

"Esto se hace tanto para mantener los volúmenes de producción actuales como para aumentarlos en el futuro, incluso mediante la puesta en marcha de nuevos yacimientos", dijo Vedomosti citando al ministerio.