Según las estimaciones del consenso, las marcas más potentes del grupo, Louis Vuitton y Dior, impulsarán un aumento de las ventas del 16% a tipos de cambio constantes durante el importante periodo de gasto navideño.

La división de moda y marroquinería del grupo -que representa la mitad de los ingresos- va a ampliar su dominio del sector, con una cuota de mercado estimada del 21%, frente al 16% anterior a la pandemia, según las previsiones de UBS.

El margen de beneficios de la división se sitúa en torno al 40%, uno de los más altos del sector.

El mayor grupo de lujo del mundo tiene marcas que van desde el coñac Hennessy hasta el minorista de cosméticos Sephora. Ha reforzado su posición durante la pandemia en áreas como la joyería, con la compra de Tiffany, cuya importancia para el conjunto del grupo se espera que crezca a medida que LVMH invierta en marketing para enfrentarse a rivales como Cartier, de Richemont.

La publicación de los resultados del grupo se produce después de que otras empresas del sector, como Prada, Richemont, Burberry y Tod's, señalaran que el apetito por los productos de gama alta no había disminuido hasta finales del año pasado.

El sector del lujo se recuperó con fuerza de la crisis sanitaria del año pasado, aunque los viajes internacionales, motor clave del crecimiento en la época anterior a la pandemia, no se han reanudado del todo, y las marcas han redoblado sus esfuerzos para llegar a los consumidores a nivel local y a través de los canales digitales.

Se espera que las ventas de los últimos tres meses del año en LVMH se sitúen en torno a los 18.000 millones de euros, es decir, un 17% por encima de su nivel prepandémico en 2019.