Mercedes-Benz espera contar con fábricas que produzcan exclusivamente vehículos eléctricos (VE) para la segunda mitad de la década, pero evitará construir plantas exclusivamente de VE, manteniendo en su lugar líneas de producción flexibles en función de la demanda del mercado.

El fabricante de automóviles prevé que algunas de sus líneas de producción dentro de las fábricas pasen a ser totalmente eléctricas incluso antes, según declaró el jefe de producción Joerg Burzer en una entrevista con Reuters.

"Construir una fábrica completamente nueva de vehículos eléctricos de batería lleva tiempo. Hemos adoptado otro enfoque", dijo Burzer.

"Sin duda tendremos algunas líneas que produzcan sólo vehículos eléctricos en los próximos años... también vemos fábricas enteras cambiando a eléctricos - ese es un tema para la segunda mitad de la década".

El fabricante de automóviles premium lanzará la producción de su modelo EQE, revelado el pasado septiembre en el salón de la movilidad IAA, en Bremen a finales de este año, seguido de Pekín y Tuscaloosa.

Mercedes apuesta por este modelo, una adaptación eléctrica de la clase E con una autonomía máxima de 660 km, para impulsar las ventas de unidades EV a medida que desplaza la inversión de los vehículos de combustión interna hacia plataformas de producción exclusivamente eléctricas.

"Con la puesta en marcha del EQE en Bremen y posteriormente en Pekín, estamos entrando en un segmento en el que podemos ofrecer volúmenes mucho mayores", afirmó Burzer.

Sólo el 2,3% de las ventas de Mercedes-Benz Cars el año pasado fueron vehículos eléctricos de batería, porcentaje que se eleva al 11% si se incluyen los híbridos enchufables, que tienen tanto motor como batería.

A partir de 2025, espera que los coches eléctricos e híbridos eléctricos supongan el 50% de las ventas, y que los coches totalmente eléctricos representen la mayor parte.

Todos los modelos existentes se están construyendo en fábricas que también producen vehículos con motor de combustión interna, y las baterías se transportan por ferrocarril desde la planta principal de Sindelfingen a plantas de Alemania y Hungría.

Más adelante, el montaje y la producción de baterías podrían acercarse a las fábricas de automóviles a medida que se desarrolle el diseño de los vehículos para integrar la batería más estrechamente en el coche, dijo Burzer. (Reportaje de Victoria Waldersee e Ilona Wissenbach; Edición de Miranda Murray y Jan Harvey)