El fabricante taiwanés de baterías para vehículos eléctricos ProLogium está trabajando con el gobierno francés para conseguir subvenciones para una fábrica de baterías de 5.200 millones de euros (5.700 millones de dólares) que va a construir en el norte de Francia, según declaró el viernes el consejero delegado de Prologium.

Vincent Yang dijo a los periodistas en Taipei que las partes se encontraban en la fase final de las conversaciones y que esperaba un anuncio conjunto para finales de este año.

Tanto él como el director de la oficina francesa en Taipei, Jean-Francois Casabonne-Masonnave, declinaron hacer comentarios sobre la cuantía de la subvención que se estaba discutiendo.

El presidente francés, Emmanuel Macron, anunció la inversión de ProLogium el mes pasado en la región septentrional del país, Dunkerque.

"La eficacia del gobierno francés es bastante impresionante", dijo Yang.

Con el inicio de la producción previsto para 2026, la gigafactoría será la cuarta en el norte de Francia, sumándose a un emergente clúster especializado dedicado a la industria europea del automóvil eléctrico.

Yang dijo que habría muchas fuentes de financiación además de cualquier subvención francesa, incluyendo préstamos, fondos obtenidos de una oferta pública inicial e inversiones de fabricantes de automóviles como el Grupo Mercedes-Benz.

"Mercedes ya ha invertido y otros fabricantes de automóviles también están mostrando interés", afirmó.

Europa depende actualmente en gran medida de las baterías fabricadas en Asia para los coches eléctricos, y los líderes nacionales están ofreciendo diversos incentivos para hacer crecer su propia industria.

ProLogium espera que el proyecto cree 3.000 puestos de trabajo directos y cuatro veces más indirectos, una bendición en una región en la que tanto los partidos políticos de extrema derecha como los de extrema izquierda obtienen buenos resultados entre los votantes tras años de declive industrial.

La inversión de ProLogium también puso de relieve la feroz competencia entre los Estados miembros de la UE por los acuerdos.

El momento de la victoria francesa sobre Alemania y Holanda fue fortuito para Macron, que quiere pasar página a meses de huelgas y protestas por su retraso de la edad de jubilación y demostrar a los votantes escépticos que su impulso proempresarial está dando frutos.