La medida se encontraba aún en las primeras fases de discusión, pero los funcionarios que participaban en las conversaciones eran conscientes de que una medida así podría dañar los lazos comerciales con Pekín, según el informe, que citaba a personas familiarizadas con el asunto.

No hubo confirmación inmediata de los ministerios del gobierno alemán sobre el informe de Bloomberg, mientras que la embajada china en Berlín no respondió a una solicitud de comentarios.

Sería el último de los pasos que está considerando Alemania en su reevaluación de los lazos con China. El gobierno de coalición del canciller Olaf Scholz presiona para lograr un acceso más justo al mercado de su mayor socio comercial, pero también desconfía cada vez más de Pekín como rival estratégico.

Merck KGaA y BASF, dos grandes empresas químicas alemanas que podrían verse afectadas por las restricciones a la exportación si se aplican, declinaron hacer comentarios. Las acciones de Merck KGaA cayeron un 0,5% tras el informe.

La forma más rápida y práctica de aplicar los controles a la exportación sería incluir los respectivos bienes y servicios en la lista nacional de doble uso de Alemania, dijo una de las personas del informe de Bloomberg.

VENTAJA TECNOLÓGICA

Si Alemania siguiera adelante con los controles, estaría siguiendo a los países socios que han tomado medidas con vistas a cortar a China el acceso a determinados suministros para la fabricación de microchips.

El gobierno de los Países Bajos, sede de los fabricantes de equipos de semiconductores ASM International y ASML Holding, expuso el mes pasado sus planes de restringir aún más las exportaciones de tecnología de semiconductores para proteger la seguridad nacional, uniéndose así al esfuerzo de Estados Unidos por frenar las exportaciones de chips a China.

El ministro alemán de Economía, Robert Habeck, había sugerido en marzo que Berlín podría imponer restricciones a las exportaciones a China para evitar que Alemania perdiera su ventaja tecnológica.

"Los controles a la exportación en materia de tecnología deben comprobarse, ampliarse y actualizarse constantemente", añadió entonces un portavoz del gobierno.

El gobierno de Scholz está trabajando en un documento estratégico sobre China que se presentará a finales de este año. Alemania, y la Unión Europea en su conjunto, están impulsando los esfuerzos para que se produzcan más chips en suelo nacional ofreciendo subvenciones.

El fabricante de chips taiwanés TSMC, el mayor del mundo, está en conversaciones para abrir en Alemania la que sería su primera planta europea, mientras que el fabricante de chips estadounidense Intel Corp anunció el año pasado que había elegido la ciudad alemana de Magdeburgo como sede de un nuevo y enorme complejo de fabricación de chips de 17.000 millones de euros.

Alemania ha invitado al primer ministro chino a mantener conversaciones en junio y Scholz se convirtió en noviembre en el primer dirigente de los países del Grupo de los Siete (G7) en visitar Pekín desde la pandemia del COVID-19.