El director ejecutivo de Aurora Innovation Inc, Chris Urmson, esbozó recientemente varias opciones para que la empresa de tecnología de autoconducción combata las difíciles condiciones del mercado, incluida una posible venta a Apple Inc o a Microsoft Corp, informó el viernes Bloomberg News.

Muchas startups de vehículos eléctricos y de autoconducción que habían conseguido dinero en efectivo con facilidad a través de OPIs y fusiones con firmas de cheques en blanco durante el boom del mercado están ahora luchando por lanzar vehículos y quemando dinero en efectivo rápidamente en medio de una economía sombría y de los embotellamientos de la cadena de suministro.

Reuters informó en 2020 de que Apple estaba avanzando en su tecnología de coches autoconducidos y que tenía como objetivo el año 2024 para producir un vehículo de pasajeros que podría incluir su propia tecnología innovadora de baterías.

Microsoft, por su parte, ha invertido en el fabricante de coches autoconducidos Cruise, con sede en San Francisco, que está valorado en 30.000 millones de dólares y cuenta con General Motors Co como accionista mayoritario.

Urmson, que cofundó Aurora después de dirigir el proyecto de coches de autoconducción del propietario de Google, Alphabet Inc, también planteó medidas que incluían recortes de costes, llevar la empresa a la esfera privada y escindir o vender activos, según el informe, citando un memorando interno. (https://bloom.bg/3ReFDgP)

Aurora declinó hacer comentarios.

Las acciones de la compañía cerraron con una subida del 15% el viernes, pero han perdido casi un 80% este año, en una señal de sus dificultades desde que salió a bolsa a finales del año pasado con una firma en blanco. Tiene una capitalización de mercado de unos 2.400 millones de dólares.

El mes pasado, Aurora dijo que retrasaría la entrega de sus camiones de carga autónomos escalables un año, hasta la primera mitad de 2024, alegando limitaciones de suministro.

Otras opciones que Urmson sugirió en el memorando fueron comprar empresas del sector con entre 150 y 300 millones de dólares en efectivo, y congelar la contratación y despedir a los empleados, según el informe de Bloomberg.