Microsoft se ha deshecho de su puesto de observador en el consejo de OpenAI, que ha suscitado el escrutinio regulador a ambos lados del Atlántico, alegando que no era necesario después de que la gobernanza de la start-up de IA hubiera mejorado significativamente en los últimos ocho meses.

El gigante tecnológico estadounidense ocupó un puesto de observador sin derecho a voto en el consejo de OpenAI en noviembre del año pasado, después de que el consejero delegado de OpenAI, Sam Altman, retomara las riendas de la empresa que opera el chatbot de IA generativa viral ChatGPT.

El puesto significaba que podía asistir a las reuniones del consejo de OpenAI y acceder a información confidencial, pero no tenía derecho a voto en asuntos como la elección o selección de directores.

El puesto de observador y la inversión de más de 10.000 millones de dólares de Microsoft en OpenAI han provocado malestar entre los organismos de control antimonopolio de Europa, Gran Bretaña y Estados Unidos por el grado de control que ejerce sobre OpenAI.

Microsoft citó las nuevas asociaciones, la innovación y la creciente base de clientes de OpenAI desde el regreso de Altman a la startup para renunciar a su puesto de observador.

"En los últimos ocho meses hemos sido testigos de un progreso significativo por parte de la junta recién formada y confiamos en la dirección de la empresa. Teniendo en cuenta todo esto, ya no creemos que nuestro papel limitado como observador sea necesario", afirmó en una carta a OpenAI fechada el 9 de julio.

Los reguladores antimonopolio de la UE afirmaron el mes pasado que la asociación no estaría sujeta a las normas sobre fusiones del bloque porque Microsoft no controla OpenAI, pero que en su lugar solicitarían la opinión de terceros sobre las cláusulas de exclusividad del acuerdo.

Por el contrario, los organismos de control antimonopolio del Reino Unido y EE.UU. siguen mostrando su preocupación, así como sus dudas sobre la influencia de Microsoft sobre OpenAI y la independencia de esta última.

Microsoft y OpenAI compiten cada vez más por vender tecnología de IA a clientes empresariales, con el objetivo de generar ingresos y demostrar su independencia a los organismos reguladores para hacer frente a las preocupaciones antimonopolio.

Además, Microsoft está ampliando su oferta de IA en la plataforma Azure y ha contratado al consejero delegado de Inflection para dirigir su división de IA para consumidores, un movimiento ampliamente interpretado como un esfuerzo por diversificarse más allá de OpenAI. (Reportaje de Foo Yun Chee; Reportaje adicional de Krystal Hu y Jeffrey Dastin en San Francisco; Edición de Jamie Freed)