Kishida, que acogerá una cumbre de las potencias industriales del Grupo de los Siete (G7) en mayo, inicia esta semana una gira por las capitales del G7 en la que se espera que las conversaciones abarquen desde la seguridad económica y los semiconductores hasta la guerra de Ucrania y las crecientes tensiones con China, que cuenta con armamento nuclear, y Corea del Norte.

Francia ha tratado de desarrollar su presencia en el Indo-Pacífico y se ha mostrado muy interesada en profundizar los lazos económicos con Japón.

También quiere subrayar cómo puede desempeñar un papel más importante en la industria de defensa de Japón, como lo ha hecho en el sector de la energía nuclear civil, mientras Kishida adopta una política militar más musculosa en la región, dijo una fuente presidencial francesa.

Las conversaciones entre los dos líderes también incluirán sus preocupaciones comunes sobre la Ley de Reducción de la Inflación de Estados Unidos, la alianza entre los fabricantes de automóviles Renault y Nissan y cómo ampliar el apoyo económico y militar a Ucrania mientras la guerra con Rusia atraviesa su undécimo mes, dijo el funcionario.

Kishida será el primer dirigente extranjero que visite Notre-Dame desde que comenzó su reconstrucción tras un gran incendio en 2019. El objetivo es reabrir el recinto en 2024.