Tras dos día de subidas, el miedo a nuevos brotes de COVID-19 devolvió al Ibex-35 a territorio negativo, después de que California impusiera medidas de confinamiento para frenar el aumento de casos, mientras las infecciones han aumentado rápidamente en aproximadamente 40 de los 50 estados del país en las últimas dos semanas, según un análisis de Reuters.

Las tensiones geopolíticas también volvieron a quitar apetito a los inversores con una nueva refriega entre EEUU y China tras la publicación de un artículo sobre el plan de la Administración Trump de poner fin a un acuerdo entre las autoridades contables de ambos países que podría afectar a las empresas chinas que cotizan en bolsa en EEUU.

En este contexto, el Ibex-35 recogió ganancias y cerró con un descenso del 1,01%, hasta los 7.352 puntos y con apenas el sector energético en positivo, mientras el índice de grandes valores europeos FTSE Eurofirst 300 retrocedió un 0,79%.

El sector bancario presentó resultados dispares: Santander perdió un 0,9795%, mientras BBVA se dejó un 1,1232%, Caixabank se revalorizó un 0,8309%, Bankia se apuntó un 1,2617%, y Sabadell subió un 0,7857%.

La petrolera Repsol se apuntó un 2,5951% y lideró la tabla mientras el precio del barril de crudo Brent ganaba 0,39 dólares o un 0,91%.

El grupo de reservas de vuelos Amadeus volvió a ser castigado por las noticias sobre la pandemia y se dejó un 4,0412%, ocupando el último puesto.

Fuera del Ibex, la cotización del grupo de ingeniería Abengoa estuvo suspendida ante las especulaciones sobre la negociación para reequilibrar su balance. Tras el cierre del mercado, la compañía dijo que se han producido avances en las negociaciones para llevar a cabo una operación que le permita restablecer el desequilibrio patrimonial, pero advirtió de que la actual falta de liquidez y avales está dañando su negocio y la acerca a la quiebra.

(Información de Michael Susin; editado por Tomás Cobos)