Pfizer pondrá todos sus medicamentos patentados, incluidos el tratamiento contra el COVID-19 Paxlovid y el fármaco contra el cáncer de mama más vendido Ibrance, a disposición de 45 de los países más pobres del mundo sin ánimo de lucro, según informó el miércoles la farmacéutica. Según la Fundación Bill y Melinda Gates, los nuevos tratamientos tardarán entre cuatro y siete años más en estar disponibles en los países de renta baja, si es que lo están.

Pfizer dijo que su plan incluye 23 medicamentos y vacunas patentados y de propiedad exclusiva que tratan enfermedades infecciosas, ciertos cánceres y enfermedades raras e inflamatorias. Además de Paxlovid e Ibrance, la lista incluye la vacuna contra la neumonía Prevnar 13, el medicamento contra la artritis reumatoide Xeljanz y los tratamientos contra el cáncer Xalkori e Inlyta. La vacuna COVID-19 que Comirnaty desarrolló con BioNTech SE también estaba en la lista.

El Director General, Albert Bourla, dijo en una entrevista que todos los medicamentos disponibles deberían ser útiles. "Pero está claro que el antiviral (Paxlovid) será muy importante para ellos: si lo necesitan, pueden obtenerlo inmediatamente", dijo. Cuando Pfizer lance nuevos fármacos y vacunas, también se incluirán en la cartera de medicamentos a un precio no lucrativo, dijo.

 

Lista de países en los que los medicamentos de Pfizer se distribuyen a precio de coste
(Fuente: Pfizer)

Los 27 países de bajos ingresos y los 18 países de bajos ingresos incluidos en lo que Pfizer denomina "Un acuerdo para un mundo más sano" abarcan la mayor parte de África y gran parte del sudeste asiático. Cinco países -Ruanda, Ghana, Malawi, Senegal y Uganda- ya se han comprometido a adherirse al acuerdo, anunciado en el Foro Económico Mundial de Davos. El presidente de Malawi, Lazarus Chakwera, dijo en un comunicado que el acuerdo permitirá a los países y al fabricante de medicamentos compartir "la carga de los costes y las tareas de producción y entrega de suministros que salvan vidas".

Pfizer ha sido criticada por la forma en que ha desplegado su vacuna COVID-19, ya que algunos países pobres han tenido que esperar durante meses después de que las primeras dosis llegaran a los países más ricos.

Bourla dijo que el nuevo acuerdo se inspiró en las dificultades encontradas en el despliegue, como la falta de infraestructura sanitaria en algunos países, que dificultó la distribución de la vacuna. En lugar de lavarnos las manos y decir: 'Os he dado el producto, haced lo que queráis con él', decimos: 'Os daremos los productos y trabajaremos con vosotros para ver cómo podemos ayudaros a organizar un sistema que pueda utilizarlos'", dijo Bourla.