Por Alexandra Wexler 
   THE WALL STREET JOURNAL 
 

JOHANNESBURGO -- Una mañana de noviembre del año pasado, agentes de aduanas y de delincuencia organizada, respaldados por dos unidades caninas, hicieron una redada en un pequeño almacén de un polígono industrial y se incautaron de un nuevo y alarmante producto de contrabando: vacunas falsas de Covid-19.

Las autoridades descubrieron cerca de 2.400 dosis de vacunas ilegales en 400 ampollas escondidas en contenedores de plástico en un frigorífico, según oficiales de policía. También había mascarillas N95 de la marca 3M falsificadas valoradas en casi US$450.000 en un almacén contiguo. Ambos fueron alquilados por un ciudadano de Zambia que fue detenido allí mismo, junto con un ciudadano chino. Otros dos ciudadanos chinos fueron arrestados posteriormente.

Este caso supone la mayor incautación pública de vacunas falsas contra el coronavirus en África hasta la fecha. Pero los gobiernos, agencias de policía y las autoridades sanitarias africanas advierten de que esto podría ser solo el comienzo.

El problema no es exclusivo de África: Pfizer Inc dijo en abril que había identificado los primeros casos confirmados de versiones falsificadas de su vacuna del Covid-19, desarrollada junto con BioNTech SE, en México y Polonia. Pero la preocupación es especialmente elevada en un continente que se encuentra sustancialmente a la zaga en cuanto a la vacunación de la población, y que ya es el mayor fabricante del mundo de medicamentos falsos.

No está claro qué contenían las dosis incautadas en Sudáfrica.

En abril, Kenia suspendió la importación de vacunas del Covid-19 por parte de empresas privadas por el temor a que algunas dosis pudieran ser falsificaciones. Además, el número de vacunas falsas que aparecen a la venta en la web oscura también está aumentando, según los ciberexpertos.

"Esta solo es la punta del iceberg en cuanto a los delitos relacionados con las vacunas del Covid-19", indicó el secretario general de Interpol, Jürgen Stock, en marzo tras realizar más detenciones por el caso de los registros a almacenes en Sudáfrica en noviembre. Interpol señaló que había identificado una red que vendía vacunas falsas e hizo una redada en un laboratorio en China que las fabricaba, y detuvo a 80 sospechosos.

La Organización Mundial de la Salud calcula que uno de cada 10 productos médicos que circulan por los países con ingresos medios o bajos no cumplen los estándares de calidad o son falsos. Entre 2013 y 2017, en África se registraron el 42% de los casos conocidos, aunque puede que hubiera muchos más que no se llegan a conocer, según la OMS. De acuerdo con esta organización, solo el 0,4% de la población de África, que asciende a un total de 1.500 millones, ha sido vacunada.

Mientras, la disponibilidad de vacunas del Covid-19 en la web oscura se ha disparado desde unas pocas docenas de vendedores a cerca de 1.500 desde diciembre, según Oded Vanunu, responsable de análisis de la vulnerabilidad de los productos para la firma de ciberseguridad Check Point Software Technologies Ltd en Tel Aviv.

Además, los precios se han cuadruplicado en ese periodo hasta alcanzar US$1.000 por dosis por unas vacunas que podrían ser reales --pero ilegales-- o falsas.

--Nicholas Bariyo contribuyó a este artículo

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Versión española de Noelia Urra noelia.urra-calzada@dowjones.com

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June 07, 2021 06:34 ET (10:34 GMT)