"Europa superó bien el invierno, ayudada por el hecho de que fue bastante suave", dijo Markus Krebber según un discurso difundido antes de la asamblea general anual del grupo prevista para el 4 de mayo.

Las cavernas de gas alemanas siguen estando llenas en dos terceras partes, un nivel inusualmente alto para estas alturas del año, lo que refleja los esfuerzos por evitar otra situación en la que la prisa por llenar los tanques de almacenamiento podría disparar los precios.

"Sin embargo, la crisis aún no ha terminado. La inversión necesaria en nuestra infraestructura energética debe impulsarse con la misma determinación. Eso incluye también la creación y ampliación de capacidad adicional para la importación de gas a corto plazo."

Esto, dijo Krebber, incluía la infraestructura a largo plazo para las importaciones de gas natural licuado (GNL), añadiendo que RWE cedería las terminales flotantes de GNL fletadas en nombre del gobierno a entidades estatales en un futuro previsible.

Asimismo, RWE dijo que no operaría más tiempo del necesario las centrales eléctricas de carbón que pasaron a formar parte de una reserva de seguridad para mantener las luces encendidas en Alemania durante la crisis energética, desencadenada por el fin de los suministros de gas ruso.