El banco estatal Sberbank afirmó en un comunicado que ya había instalado sus primeros cajeros automáticos en Crimea y que abriría sucursales durante el primer semestre de 2023.

Las mayores empresas rusas se habían negado anteriormente a operar en Crimea por miedo a caer bajo las sanciones occidentales. Pero Occidente sancionó a Sberbank el año pasado en respuesta al envío por parte de Rusia de decenas de miles de tropas a Ucrania, allanando el camino para que el banco pudiera empezar a trabajar en Crimea.

"Sberbank ha formado un equipo y está empezando a trabajar en la península de Crimea", dijo el banco.

"Gradualmente, a lo largo de 2023, el banco abrirá sucursales. Las primeras de ellas -en las ciudades más grandes- comenzarán a operar en la primera mitad del año", añadió.

El Sberbank es uno de los grandes bancos rusos que han sido bloqueados en el sistema internacional de pagos SWIFT y algunos altos ejecutivos se han visto personalmente afectados por las sanciones.

El banco se ha visto obligado a cerrar algunas operaciones internacionales -incluidos casi todos sus mercados europeos- a raíz de las sanciones, pero dijo en diciembre que está estudiando abrir una oficina en China en los próximos dos años.

El martes, el Sberbank registró una caída del 75,7% en su beneficio neto hasta los 300.200 millones de rublos (4.400 millones de dólares) en 2022, bajo el impacto de las sanciones occidentales.