Mientras que las grandes empresas que hacen un uso intensivo de la energía llevan tiempo invirtiendo en sistemas de gestión de la demanda y en las llamadas "microrredes" -que reducen el consumo de energía mediante controles automatizados, baterías y paneles solares integrados-, los elevados costes han supuesto una barrera para las empresas más pequeñas que ahora soportan la peor parte de la crisis energética europea.

Apostando a que los picos de precios de la energía vistos en 2022 se repetirán en los inviernos venideros, Schneider y GreenYellow están lanzando un sistema de pago por uso para que los clientes más pequeños accedan a los equipos necesarios y a un suministro de electricidad renovable a un precio fijo garantizado por debajo de las tarifas de mercado previstas.

Las dos empresas afirmaron que los aumentos de factura de tres o cuatro veces que esperan que afronten las PYME el año que viene en comparación con los precios anteriores a la crisis hacen que consideren que merece la pena desplegar la oferta, aunque el sector se considere de nicho y no interese a muchos competidores.

"Las empresas familiares de alimentación, fabricación de piezas de plástico, minoristas, que nunca tuvieron que preocuparse por su factura energética, se encuentran de repente en números rojos", declaró a Reuters Philippe Delorme, vicepresidente ejecutivo de Operaciones Europeas de Schneider. "El próximo invierno seguirá siendo tenso, sigue habiendo un déficit entre la oferta y la demanda en el sistema energético".

El sistema de suscripción se lanzará en Francia, España, Portugal y siete países de Europa del Este. Los planes para un despliegue en Alemania, partes del Benelux y los países nórdicos están en marcha.