Los riesgos para la independencia de los bancos centrales son "reales y están presentes en todo el mundo, también en Suiza", dijo Jordan en unas declaraciones preparadas para una conferencia ante el Instituto Peterson en Washington.

"Con el aumento de los costes del servicio de la deuda, podrían surgir presiones políticas para posponer, ralentizar o limitar el endurecimiento", dijo Jordan.

"Además, como la inflación es persistente y superior a los objetivos de los bancos centrales, éstos son políticamente más vulnerables".

Pero para luchar eficazmente contra la inflación, los bancos centrales necesitan ser independientes, "precisamente en un momento en el que dicha independencia está en peligro debido a la elevada inflación", afirmó Jordan.

El BNS subió el mes pasado su tipo de interés oficial 75 puntos básicos, hasta el 0,5%, para hacer frente a la inflación suiza, que ha alcanzado su nivel más alto en casi 30 años.

La independencia del SNB está garantizada en la constitución suiza, por lo que la libertad de acción del banco para perseguir su objetivo de estabilidad de precios no se ve actualmente mermada.

Aun así, Jordan señaló que en algunos casos los políticos han empezado a cuestionar la independencia de los bancos centrales, aunque no mencionó ningún país.

Para garantizar una independencia permanente, los bancos centrales no deberían coordinar sus actividades con las autoridades fiscales y deberían ceñirse a su tarea principal de mantener la estabilidad de precios en lugar de asumir otras funciones, afirmó.

Citó como un peligro concreto el ejemplo de Suiza, donde se está debatiendo la idea de financiar el sistema de pensiones con los beneficios generados por el BNS.

Los bancos centrales deben centrarse en la lucha contra la inflación y "deben ser siempre conscientes de la conveniencia política de errar por el lado de la cautela a la hora de endurecer la política monetaria", afirmó Jordan.