- por Alexander Hübner

Múnich (Reuters) - Los primeros signos de la ralentización económica empiezan a notarse en Siemens.

Esto se debe principalmente a que la economía china no se ha recuperado tan rápidamente como se esperaba, declaró el jueves el director general del grupo tecnológico con sede en Múnich, Roland Busch. "Asumimos, por tanto, un aplanamiento de la tendencia". Busch llama a esto una "normalización de la demanda". La división de automatización Digital Industries, cuya entrada de pedidos en el tercer trimestre (de abril a junio) cayó más de un tercio, está notando especialmente los efectos de esta situación. El director financiero, Ralf Thomas, prevé "una ralentización del impulso de crecimiento a alto nivel" para el buque insignia Digital Industries hasta el ejercicio 2023/24, que comienza en octubre. Sin embargo, la tendencia hacia una mayor automatización y digitalización está intacta. El Grupo cuenta con una cartera de pedidos récord de 109.000 millones de euros.

No obstante, los inversores se mostraron desilusionados. Las acciones de Siemens, consideradas durante mucho tiempo como un baluarte contra el debilitamiento de la economía, cayeron hasta un 5%, hasta 139,32 euros, lo que las convirtió en las mayores perdedoras del DAX. "Si Siemens no va bien, la economía alemana no va bien", afirmó Jürgen Molnar, estratega de mercados de capitales de RoboMarkets.

Especialmente en el negocio de ciclo corto, en el que los pedidos se convierten rápidamente en ventas, los clientes de China, pero también de Europa, se estaban conteniendo, dijo Busch. Debido a los largos plazos de entrega, habían adelantado muchos pedidos, que ahora se estaban procesando. Apenas hubo cancelaciones, pero sí aplazamientos de entregas. Busch dijo que ahora mucho depende de cuándo y cómo el gobierno chino estimule la economía. Busch no cree que Siemens se vea directamente afectada por las prohibiciones de inversión en alta tecnología en China anunciadas por el gobierno estadounidense. Sin embargo, espera que las tensiones entre las dos superpotencias económicas no vayan a más.

El director general de su rival suiza ABB, Björn Rosengren, había hablado recientemente de que sus clientes estaban desviando inversiones de China a otros países como India. El Sr. Busch afirmó que las empresas extranjeras no se estaban retirando de China, sino que se estaban diversificando cada vez más.

Siemens rebajó sus expectativas de ventas y beneficios para Digital Industries en el ejercicio 2022/23. Las previsiones para el Grupo se mantienen sin cambios: un crecimiento de las ventas comparables del nueve al once por ciento y un beneficio por acción ajustado de 9,60 a 9,90 euros. Sin embargo, el director financiero excluye ahora explícitamente los efectos de la inversión en Siemens Energy, que ha vuelto a ensombrecer las cifras de explotación.

Debido a la intensificación de los problemas en el negocio de la energía eólica, la división escindida de tecnología energética generó unas pérdidas de 3.000 millones de euros en el tercer trimestre. El principal accionista, Siemens, cargó con 647 millones de euros. Como resultado, el beneficio neto del grupo, de 1.410 millones de euros, quedó ligeramente por debajo de las expectativas de los analistas. Hace un año, una amortización multimillonaria de la antigua filial Siemens había llevado incluso a la empresa a números rojos. El consejero delegado Busch describió los números rojos y las deficiencias de calidad como "una grave decepción". Siemens espera ahora que se aclare cómo proceder en el negocio eólico, "y lo antes posible", añadió.

Se distanció claramente del consejero delegado de Siemens Energía, Christian Bruch. Si sigue siendo el hombre adecuado "es una decisión que corresponde al Consejo de Supervisión de Siemens Energía", dijo. Busch no es miembro del consejo. En cualquier caso, Siemens seguirá reduciendo su participación restante del 25,1%. "Lo haremos de una forma que sea suave para la participación de Siemens Energy", prometió. La transferencia de parte de las acciones al fondo de pensiones de la propia empresa reportó esta vez a Siemens un beneficio de 318 millones de euros. Las acciones restantes siguen en los libros a dos mil millones de euros, el equivalente a diez euros por acción. Es decir, 3,75 euros por debajo del valor de mercado.

En el negocio principal, la división de tecnología de la construcción Smart Infrastructure y la división de trenes Mobility compensaron la debilidad de Digital Industries. La entrada de pedidos se disparó un 15% hasta los 24.200 millones de euros en el tercer trimestre, principalmente porque Siemens recibió pedidos por valor de 8.300 millones de euros sólo en tecnología ferroviaria. La facturación aumentó un 10% hasta los 18.900 millones de euros, pero los analistas esperaban más. Con 2.800 (2.900) millones de euros, los beneficios del negocio industrial tampoco alcanzaron el nivel del año anterior ni las previsiones de los analistas.

(Colaborador: John Revill en Zurich; editado por Sabine Wollrab. Si tiene alguna duda, póngase en contacto con nuestra redacción en berlin.newsroom@thomsonreuters.com (para política y economía) o en frankfurt.newsroom@thomsonreuters.com (para empresas y mercados).