El gigante minorista del Golfo AlShaya Group, que posee los derechos de explotación de Starbucks en Oriente Próximo, planea despedir a más de 2.000 personas, ya que el negocio se ve afectado por los boicots de los consumidores relacionados con la guerra de Gaza, según personas familiarizadas con el asunto.

Los recortes, que comenzaron el domingo, ascienden a cerca del 4% de la plantilla total de AlShaya, de casi 50.000 personas, y se concentran principalmente en su franquicia de Starbucks en Oriente Próximo y el Norte de África, dijeron las personas, que declinaron ser nombradas ya que el asunto no es público.

Los boicots han provocado duras condiciones comerciales para la empresa, dijo una de las personas.

Establecida en 1890 en Kuwait, AlShaya es una de las mayores franquicias minoristas de la región, con derechos para explotar negocios de marcas occidentales populares, como The Cheesecake Factory y Shake Shack.

Posee los derechos de explotación de las cafeterías Starbucks en Oriente Medio desde 1999. La unidad Starbucks gestiona unos 2.000 establecimientos en 13 países, repartidos por Oriente Próximo y el norte de África, y Asia central.

La firma estadounidense de capital riesgo Apollo Global Management Inc (APO.N), ha estado en conversaciones para comprar una participación en el negocio de Starbucks de AlShaya, según dijeron a Reuters el mes pasado tres fuentes cercanas al asunto.

Las marcas occidentales se han visto afectadas por una campaña de boicot popular, en gran medida espontánea, por la ofensiva militar de Israel en la Franja de Gaza, provocada por el mortífero ataque de Hamás en el sur de Israel el 7 de octubre.

A raíz de los boicots, Starbucks afirmó en octubre que era una organización apolítica y rechazó los rumores de que hubiera prestado apoyo al gobierno o al ejército israelíes.

Starbucks dijo en enero que la guerra entre Israel y Hamás había perjudicado a su negocio en la región, ya que no cumplió las expectativas del mercado para los resultados del primer trimestre.

Afirmó que las ventas se habían visto significativamente afectadas debido al conflicto, tanto en Oriente Próximo como en Estados Unidos, ya que algunos consumidores lanzaron protestas y campañas de boicot pidiendo a la empresa que adoptara una postura al respecto.

En enero, AlShaya anunció que estaba reduciendo sus operaciones en Egipto debido a los continuos problemas económicos del país, que incluyen múltiples devaluaciones de la moneda y una inflación récord. No comentó qué tiendas cerraría ni cuándo lo harían.