El 7 de marzo, Ganz-Mavag -que incluye al grupo ferroviario Magyar Vagon- ofreció 619 millones de euros (669 millones de dólares) por todas las acciones de Talgo. El ministro español de Transportes, Óscar Puente, se opuso a la oferta y fue citado por los medios locales afirmando que el Gobierno haría "todo lo posible" para impedir la adquisición.

Según el informe de El Economista, Trilantic ve a Stadler como un comprador alternativo de su participación del 40% que podría "complementar su gama de productos con tecnología española de alta velocidad y ancho variable".

Sin embargo, Stadler tendría que lanzar una OPA completa por toda la empresa, ya que la legislación española exige una oferta pública de adquisición obligatoria cuando un comprador quiere adquirir más del 30% de cualquier empresa que cotice en bolsa.

Stadler y Trilantic no respondieron inmediatamente a las solicitudes de comentarios.

Desde que Ganz-Mavag presentó su oferta al regulador bursátil CNMV, el Gobierno español ha dicho en repetidas ocasiones que Talgo es una empresa estratégica y que la operación requiere su aprobación dado el acceso de Talgo a información sensible sobre la red ferroviaria del país y, por extensión, a la seguridad nacional.

El constructor suizo de trenes ya tiene una filial en España, Stadler Rail Valencia, así como una fábrica en el este del país y pedidos en curso contratados por el operador ferroviario estatal Renfe, añade el informe de El Economista.

(1 dólar = 0,9246 euros)