El gobierno estadounidense podría retrasar una decisión sobre la concesión a los fabricantes de vehículos eléctricos (VE) de créditos negociables en el marco de un programa de combustibles renovables, debido a la preocupación por las impugnaciones legales al plan, dijeron dos fuentes familiarizadas con el asunto.

El plan habría otorgado a los fabricantes de vehículos eléctricos, como Tesla, créditos por cargar vehículos utilizando energía generada a partir de gas natural renovable, o metano recogido de fuentes como el ganado o los vertederos.

La Agencia de Protección Medioambiental (EPA) recomendó el año pasado añadir los VE a la Norma de Combustibles Renovables (RFS) estadounidense, que exige a las refinerías de petróleo mezclar biocombustibles en el combustible que producen o comprar créditos a otras refinerías que lo hagan.

La mayoría de los créditos generados bajo el RFS son para mezclar combustibles líquidos como el etanol hecho de maíz en la gasolina. Añadir créditos para la energía generada a partir de gas renovable y utilizada después para cargar vehículos eléctricos llevaría el programa en una nueva dirección.

La EPA propuso inicialmente añadir los VE al programa cuando esbozó los mandatos de mezcla de biocombustibles para 2023-2025. Ahora, el gobierno quiere dividir las dos cosas para evitar la posibilidad de que las impugnaciones legales a la inclusión de los VE puedan retrasar la emisión de la próxima ronda de cuotas del RFS sobre biocombustibles.

Esas cuotas deben finalizarse en junio.

La EPA dijo que estaba considerando los comentarios públicos sobre el cambio propuesto el año pasado, pero no pudo hacer más comentarios sobre si separaría los VE del mandato de junio.

"El personal de la EPA está trabajando actualmente para finalizar la norma antes de la fecha límite del decreto de consentimiento del 14 de junio", dijo el portavoz de la EPA Timothy Carroll.

El Comité de Energía y Comercio de la Cámara de Representantes, gobernado por los republicanos, escribió la semana pasada a la EPA para impugnar el programa de vehículos eléctricos, argumentando que el RFS estaba pensado para centrarse en los combustibles líquidos para el transporte y no para electrificarlo.

Transformar el parque automovilístico del país a VE es una parte central del plan de cambio climático del presidente estadounidense, Joe Biden. Los créditos se habrían sumado a los miles de millones de dólares de incentivos de la Ley de Reducción de la Inflación para acelerar la transición.

La propuesta de noviembre preveía que los fabricantes de VE podrían generar hasta 600 millones de créditos en 2024 y 1.200 millones de ellos en 2025. Los precios de un crédito equivalente rondaban los 2,30 dólares cada uno en marzo, según mostraron los datos de la EPA.

El retraso en la finalización del programa de créditos para VE puede significar que haya más volumen disponible para otros grupos de combustibles renovables bajo el mandato de 2023-2025, incluyendo la mezcla para el diésel renovable y el combustible de aviación sostenible (SAF).

Los productores de esos combustibles llevan meses presionando a la administración para conseguir mayores volúmenes.