Thyssenkrupp ha instado a Berlín a que actúe con rapidez para aprobar cientos de millones en subvenciones para una histórica planta siderúrgica neutra en emisiones de carbono, y uno de los jefes laborales de la empresa dijo que la paciencia de los trabajadores se había agotado.

Las críticas se dirigen principalmente al ministro de Economía, Robert Habeck, que visitó el centro siderúrgico de Thyssenkrupp en Duisburgo en 2022 y prometió su apoyo a la nueva planta.

Thyssenkrupp no puede cubrir los más de 2.000 millones de euros (2.200 millones de dólares) necesarios para construir la llamada planta de reducción directa y la infraestructura asociada en Duisburgo. Sólo la fábrica supone 1.800 millones de euros.

El estado natal de Thyssenkrupp, Renania del Norte-Westfalia, ya ha prometido 700 millones, pero la empresa necesita ayuda adicional del gobierno federal.

Tekin Nasikkol, que dirige el comité de empresa de Thyssenkrupp Steel Europe, dijo que Habeck, durante su visita, prometió aportar "lo que haga falta" para ayudar a Thyssenkrupp a descarbonizar la producción de acero, uno de los procesos industriales que más CO2 emite.

"Ahora es el momento de cumplir esta promesa. Nuestra paciencia se ha agotado", afirmó Nasikkol, que también forma parte del consejo de supervisión de Thyssenkrupp. Dijo a Reuters que las solicitudes de subvención llevaban sobre la mesa de Habeck desde el otoño de 2022.

"La solicitud de subvención debe aprobarse tal y como se presentó, sin recortes", añadió. "Cuanto más se retrase, mayor será el riesgo de que las empresas se planteen marcharse", Nasikkol, subrayando el riesgo para la competitividad de Alemania.

La cuota de inversión de Thyssenkrupp en la planta, que producirá 2,5 millones de toneladas métricas al año y ahorrará 3,5 millones de toneladas de CO2, asciende a una cantidad elevada de tres dígitos de millones de euros, según informó anteriormente el Rheinische Post.

El Ministerio de Economía alemán, en comentarios enviados por correo electrónico, dijo que seguía apoyando los planes de Thyssenkrupp pero que no podía aprobar los fondos sin el consentimiento de la Comisión Europea, que aún está pendiente.

"Mantenemos conversaciones continuas y constructivas al respecto con la Comisión Europea", dijo un portavoz del ministerio.

Salzgitter, rival de Thyssenkrupp, ha conseguido fondos para un proyecto similar. Berlín aporta 700 millones de euros y el estado de Baja Sajonia, máximo accionista de Salzgitter, 300 millones.

(1 dólar = 0,9084 euros) (Información de Tom Kaeckenhoff; Información adicional de Christoph Steitz y Markus Wacket. Edición de Jane Merriman)