Las empresas eléctricas japonesas se han comprometido a adquirir grandes volúmenes de GNL en virtud de contratos ligados a los precios del petróleo, pero los precios al contado son mucho más bajos debido al exceso de oferta, ya que la pandemia mina la demanda.

JERA, el mayor comprador de GNL del mundo, declaró este mes que ha contabilizado decenas de miles de millones de yenes en pérdidas puntuales estimadas en su suministro para el año que finaliza el 31 de marzo.

El jueves, JERA, propiedad a partes iguales de Chubu y Tokyo Electric Power Company Holdings, declaró que su beneficio recurrente se redujo en un 61%, hasta los 41.600 millones de yenes, en el trimestre abril-junio, tras registrar una pérdida de 9.100 millones de yenes en la reventa de GNL, la mitad de la cual se contabilizó en los beneficios de Chubu del trimestre.

JERA no ha facilitado sus previsiones anuales, pero Chubu predijo el viernes que sus beneficios recurrentes para el presente ejercicio caerían un 35%, hasta los 125.000 millones de yenes, ya que las pérdidas de JERA por la reventa de GNL redujeron sus beneficios en 25.000 millones de yenes.

"Esto se basa en nuestra propia estimación", dijo Yoshinobu Mishima, director de la oficina de Chubu en Tokio.

Los beneficios recurrentes de Chubu en el trimestre abril-junio cayeron un 40%, hasta los 48.180 millones de yenes, debido a la caída de las ventas de energía.