El presidente de Tepco, Tomoaki Kobayakawa, habló en una conferencia de prensa de la nueva política de precios, incluyendo el impacto de un supuesto reinicio, aunque el regulador nuclear de Japón continúa con las inspecciones después de prohibir a Tepco, operadora de la accidentada central nuclear de Fukushima Daiichi, el reinicio de su única central atómica operativa el año pasado debido a fallos de seguridad.

"Tenemos previsto revisar el esquema de precios el próximo año comercial, ya que no podemos reflejar el aumento de los costes de adquisición de energía en el precio de la electricidad", dijo Kobayakawa.

"Pero estamos teniendo en cuenta que la unidad nº 7 estará operativa en un 75% el próximo año, es decir, que funcionará nueve meses de 12, a la hora de calcular el nuevo precio de la electricidad para reducir la carga de los clientes", dijo, y añadió que la propia empresa no prevé la reanudación de la unidad el próximo año.

"Esperamos volver a poner en marcha Kashiwazaki-Kariwa lo antes posible, pero no podemos decir cuándo ocurrirá", dijo.

Tepco tiene previsto anunciar los detalles del nuevo esquema de precios para los clientes de la industria a finales de este mes.

Si funcionara durante nueve meses del año, reduciría los costes anuales de la empresa en unos 200.000 millones de yenes (1.400 millones de dólares), dijo Kobayakawa.

Tepco esperaba volver a poner en marcha la mayor central atómica del mundo, con una capacidad de 8.212 megavatios, en un intento de reducir los costes de explotación de la empresa.

Sin embargo, el año pasado recibió críticas cuando salieron a la luz fallos en la central, entre los que se encontraban infracciones de seguridad que llevaron a un miembro del personal no autorizado a acceder a zonas sensibles de la planta.

El ministro de Industria de Japón dijo entonces que la central no volvería a ponerse en marcha a corto plazo.

Sin embargo, mientras los costes de la energía se disparan en todo el mundo, el primer ministro Fumio Kishida dijo recientemente que Japón reiniciará más centrales nucleares paradas y estudiará el desarrollo de reactores de nueva generación, sentando las bases para un importante cambio de política en materia de energía nuclear una década después del desastre de Fukushima.

(1 dólar = 143,1700 yenes)