El hundimiento del Credit Suisse fue causado por la dirección del banco, no por las autoridades financieras suizas, según declaró el viernes el presidente del Banco Nacional Suizo, Thomas Jordan.

"Fue el resultado de las malas decisiones de la dirección del banco", declaró Jordan al diario Le Temps en una entrevista. "Las autoridades suizas estaban bien preparadas y tomamos las medidas necesarias para evitar una crisis financiera mundial".

La adquisición de Credit Suisse por parte de UBS el año pasado con la mediación del Estado era la mejor opción disponible, dijo Jordan, que argumentó que había límites en cuanto a hasta dónde podría haber intervenido el SNB.

"El SNB no puede decir 'Cueste lo que cueste, vamos a salvar un banco', porque ese no es nuestro trabajo", dijo, señalando que corresponde a los políticos tomar tales decisiones. "Tienen que comprometer dinero público, y ésa no es una decisión que pueda tomar el SNB".

Aún así, añadió, hay que aprender la lección, y la elaboración de una normativa bancaria es tarea del BNS junto con el gobierno y el regulador de los mercados financieros, FINMA.

El gobierno ya ha esbozado medidas que incluyen requisitos de capital más estrictos para UBS y otros bancos de importancia sistémica, sin estipular sumas precisas.

Jordan calificó las propuestas de buen comienzo, señalando que era importante calcular la cantidad de capital propio que necesitaban los bancos de forma "prudente y realista". Deberían poseer lo suficiente para absorber pérdidas en una crisis, dijo.

Los bancos también debían asegurarse de que disponían de suficientes activos que les sirvieran de garantía para asegurarse un apoyo de liquidez de emergencia, añadió.

Por último, la opción de la resolución -una liquidación o reestructuración ordenada de un banco- debe ser creíble, dijo Jordan, señalando: "Necesitamos un sistema en el que un banco pueda desaparecer sin desestabilizar el sistema financiero o la economía".

En cuanto a la política monetaria, Jordan afirmó que, aunque los tipos de interés eran la principal herramienta política del BNS, también estaba dispuesto a intervenir en los mercados de divisas si fuera necesario.

Se mostró tranquilo respecto a la inflación, que el BNS ha previsto en torno al 1% a medio plazo.

"Es importante seguir vigilando la situación, pero por el momento es relativamente cómoda", dijo Jordan. (Reportaje de John Revill, edición de Dave Graham)