Los planes para un euro digital serán algo "muy bueno" para el bloque monetario y sus prestamistas si los bancos siguen siendo fundamentales para el flujo de dinero como hasta ahora, afirmó el martes el consejero delegado de UniCredit, Andrea Orcel.

"Es una cuestión de soberanía para Europa: no podemos no tener un euro digital", declaró Orcel en una conferencia organizada por el banco italiano Mediobanca.

El Banco Central Europeo pretende lanzar una moneda digital que podría reducir la dependencia de la eurozona de los sistemas de pago electrónico heredados operados por empresas estadounidenses, como Visa o Mastercard, y contrarrestar la aparición de proveedores de pagos en línea no europeos, como Paypal.

"Creo que la cuestión es cómo va a ocurrir: ... ¿van a ser los bancos la infraestructura y el marco para un euro digital como lo son para el euro en efectivo?", dijo Orcel.

"Si los bancos están totalmente integrados, es decir, 'Estimado cliente, puede tener efectivo o puede tener digital' ... entonces no habrá fisuras y será muy bueno para Europa y muy bueno para los bancos", añadió.

Un sistema paralelo al de los bancos para el euro digital, por otra parte, tendría un impacto significativo en el sector al provocar grandes cambios en el modelo de negocio de los bancos, que ya está experimentando una transformación, afirmó el antiguo banquero de inversión de UBS.

"Más cambios para el sector. Nos estamos preparando para ello, sea cual sea el caso", afirmó.

En una presentación en abril ante la asociación bancaria italiana sobre el euro digital, el miembro del Comité Ejecutivo del BCE Piero Cipollone mostró en diapositivas que los bancos comerciales serían los responsables de ofrecer los servicios del euro digital a los clientes.

Aunque ese servicio se prestaría gratuitamente a los consumidores, los comerciantes pagarían una comisión al proveedor de servicios de pago que gestionara el pago en euros digitales, que a su vez pagaría una comisión al banco comercial. (Reportaje de Valentina Za, edición de Cristina Carlevaro y Keith Weir)