UNILEVER PLC 
Unilever registró unas ventas en el tercer trimestre que cumplieron las expectativas del mercado después de que el fabricante del jabón Dove y del helado Ben & Jerry's subiera los precios aunque a un ritmo más lento.
Pero los volúmenes cayeron hasta un 10,7% en Europa, su región más débil donde el negocio sigue siendo difícil. Ello contrasta con el crecimiento del 2,2% y el 1,7% en América y Asia-Pacífico-África, respectivamente.
El director financiero, Graeme Pitkethly, declaró en una llamada con los medios de comunicación que la región era el "entorno comercial más difícil", ya que el aumento de los precios en sus negocios de nutrición y helados frena el gasto.
"Esa es una característica de la inflación que hemos tenido en nuestros negocios de nutrición y helados", dijo.
"Todavía no hemos recuperado toda la inflación en Europa y nuestros márgenes europeos han bajado y están bastante por debajo de la media de Unilever".
Los comentarios se produjeron antes de la decisión sobre los tipos de interés que el Banco Central Europeo (BCE) tomará el jueves, mientras resurgen los temores de recesión. La inflación sigue siendo motivo de preocupación, ya que la crisis de Oriente Próximo reaviva el riesgo de una crisis de suministro de petróleo.
Los inversores creen que es casi seguro que el banco mantendrá sin cambios los costes de los préstamos en su nivel récord del 4%.
La actividad empresarial de la eurozona dio un sorprendente giro a peor este mes al caer la demanda en toda la región, según mostró una encuesta a principios de esta semana, lo que sugiere que el bloque podría entrar en recesión.
La inflación en la zona euro ha seguido una trayectoria descendente, aunque la lectura del 4,3% de septiembre seguía duplicando el objetivo del 2% del BCE.
El índice paneuropeo STOXX 600 perdía un 0,95% a las 1116 GMT, rondando los mínimos de marzo alcanzados el miércoles.
En otro orden de cosas, Volkswagen se sumó el jueves a otros fabricantes de automóviles que han advertido en los últimos días del debilitamiento de la demanda de vehículos eléctricos. A algunos les preocupa que los elevados tipos de interés disuadan incluso a los compradores de gama alta que derrochan en un coche nuevo.
Subrayando la debilidad en su mercado doméstico, el mayor fabricante europeo de automóviles dijo que su entrada de pedidos de vehículos eléctricos se había reducido a la mitad a 150.000 en Europa desde los 300.000 del año pasado.
Los pedidos aumentaron lentamente en el tercer trimestre con respecto al primer semestre y deberían seguir aumentando en los próximos meses, declaró el director financiero Arno Antlitz.
Pero la demanda total de automóviles en la región sigue siendo menor que antes de la pandemia del COVID-19, dijo, y la empresa reducirá su capacidad allí.
En declaraciones a los medios tras acordar la compra de una participación del 21% en el fabricante chino de VE Leapmotor, el director general de Stellantis, Carlos Tavares, fue tajante sobre los retos: los VE en Europa son demasiado caros sin subvenciones gubernamentales.
"Si nos fijamos en el mercado europeo, Italia pero también Alemania e incluso Francia, cuando los gobiernos de Europa ponen fin a las subvenciones, la gente deja de comprar VE".
Otras empresas también han sonado pesimistas a medida que la temporada de resultados del tercer trimestre se intensificaba esta semana.
La empresa francesa de pagos Worldline recortó sus objetivos para todo el año el miércoles, advirtiendo de que una desaceleración económica había afectado a su negocio, especialmente en Alemania, la mayor economía del continente, a medida que los compradores recortaban los gastos no esenciales.
"Nos enfrentamos ahora a más retos de los que preveíamos incluso hasta hace muy poco", declaró a los analistas el consejero delegado, Gilles Grapinet.
