Por aquel entonces, sólo se habían producido Iron Man y El increíble Hulk, y el MCU aún no se había dividido en "fases". Disney vio en Marvel una oportunidad para reforzar su presencia entre el público masculino, que por aquel entonces rehuía los parques, y para explotar los spin-offs de sus franquicias, ya que las películas de superhéroes parecen ser un revulsivo para el público masculino. La compra también permitió a Disney aprovechar su potente infraestructura de distribución mundial para las películas de superhéroes de Marvel. Las primeras películas que generaron más de mil millones de dólares en taquilla fueron Los Vengadores (2012) y Iron Man 3. Además, Disney ha podido financiar los crecientes costes de los efectos especiales, lo que ha permitido a los guionistas y productores de Marvel hacer realidad sus ambiciosas visiones. Desde 2012, Marvel ha recaudado más de 20.000 millones de dólares, amortizando con creces la inversión inicial de Disney. Esto siguió a la compra de Pixar en 2006 por 7.400 millones de dólares y precedió a la compra de Lucasfilm en 2012 por 4.050 millones de dólares y de 21st Century Fox en 2019 por 66.000 millones de dólares, consolidando el imperio Disney. Estas adquisiciones permitieron a Disney ampliar su catálogo de películas y recuperar personajes de Marvel que antes pertenecían a Fox bajo el paraguas de Marvel Studios.

Fuente: Chartr

La idea de crear personajes a través de las películas (o, en este caso, adquirirlos) para atraer visitantes a los parques y vender productos derivados no es nueva. Walt Disney, en los inicios de la W. Disney Company, comprendió mucho antes que nadie el valor que puede derivarse de optimizar la experiencia del usuario. De hecho, cada servicio está diseñado para satisfacer las necesidades de grandes y pequeños en términos de magia y cambio de aires. Sólo en su oferta de "Parques y Experiencias" (parques temáticos, cruceros, ciudades de vacaciones, etc.), Disney cuenta con numerosas franquicias que atraen a los clientes que viajan para el evento. Se organiza entonces una jornada Disney durante las vacaciones. El objetivo para los padres es ofrecer a su hijo un sueño y recuperar la magia de la infancia. La empresa tiene un efecto volante bien engrasado. Con cada nueva saga, el éxito de las películas atrae clientes a los parques. Los visitantes se van con merchandising: peluches, tazas y disfraces. Los productos derivados crean souvenirs que ocupan la atención de los visitantes en casa. Luego quieren seguir consumiendo la magia Disney. Disney+ toma el relevo de este impulso inercial bien pensado para ofrecerles cada vez más contenidos que ver mientras esperan la siguiente película. El siguiente diagrama, elaborado por el propio Walt Disney en 1957, da fe de ello. En aquella época, definió los fundamentos de la empresa en un esbozo en una servilleta conocido como el Mapa de Sinergias. El Mapa de Sinergias de Disney es un círculo virtuoso de su ecosistema comercial.

Fuente : Disney