Los cambios deberían facilitar que las economías más pequeñas fuera de las fronteras de la UE -como Ucrania- pidan euros prestados al BCE si se encuentran bajo tensión financiera.

"Partiendo de la experiencia... durante la pandemia y la guerra de Rusia en Ucrania, el nuevo marco prevé que las condiciones de acceso se amplíen en tiempos de crisis o cuando exista un mayor riesgo de que ésta se materialice", declaró el BCE.

Las líneas de recompra existentes -por las que los países toman prestados euros del BCE a cambio de garantías- con los bancos centrales de Kosovo, Montenegro, San Marino, Macedonia del Norte, Andorra, Albania y Hungría se ampliaron hasta finales del próximo año.

En la actualidad, estas líneas "repo" sólo pueden concederse a países que tengan potencial para perjudicar la propia política del BCE debido a su tamaño, su elevado uso del euro y sus vínculos financieros y económicos con la UE.