Es probable que el Banco de Japón vuelva a subir los tipos de interés ya en julio y siga incrementando los costes de los préstamos el año que viene y en adelante si la economía mantiene una recuperación moderada, según declaró a Reuters Eiji Maeda, ex ejecutivo del banco central.

También se espera que el banco central reduzca su compra de bonos en algún momento de este año desde el ritmo actual de aproximadamente 6 billones de yenes (38.500 millones de dólares) al mes, dijo Maeda en una entrevista el viernes.

"A juzgar por su comunicado de abril, está claro que el BOJ tiene en mente más subidas de tipos", dijo, añadiendo que el primer aumento podría producirse en cualquier momento entre julio y octubre.

"A partir del próximo año, el BOJ probablemente seguirá subiendo los tipos una vez cada seis meses. Dependiendo de la evolución de la economía y de los precios, en ocasiones podría acelerar el ritmo hasta una vez por trimestre aproximadamente", afirmó Maeda, que como director ejecutivo del BOJ supervisó la elaboración de su política hasta 2020.

En marzo, el BOJ puso fin a ocho años de tipos de interés negativos y a otros restos de su estímulo radical ante la perspectiva de que el aumento de los salarios apuntalara el consumo y mantuviera la inflación de forma duradera en torno a su objetivo del 2%.

El banco central señaló la posibilidad de nuevas subidas de tipos el mes pasado, cuando presentó nuevas previsiones trimestrales que proyectaban que la inflación se mantendría cerca de su objetivo del 2% en los próximos años.

El gobernador Kazuo Ueda dijo el mes pasado que espera que los tipos a corto plazo suban cerca del "tipo de interés neutral" de Japón, o el tipo al que la política monetaria no es ni contractiva ni expansiva, entre finales de 2025 y 2026.

Basándose en las estimaciones del personal sobre el tipo de interés neutral de Japón publicadas en su informe trimestral, es probable que el Banco de Japón vea margen para elevar finalmente los tipos a corto plazo hasta alrededor del 1,75%, dijo Maeda.

Eso significa que el BOJ probablemente subirá los tipos de forma constante en los próximos años desde los niveles actuales en torno a cero, si la evolución económica y de los precios se mueve en línea con sus previsiones, dijo.

"Es probable que la economía japonesa siga recuperándose gradualmente, a menos que la economía mundial se deteriore bruscamente", ya que se considera que la moderación de la inflación impulsada por los costes apoya el consumo, afirmó Maeda, que mantiene un estrecho contacto con los funcionarios actuales y conoce a fondo el pensamiento que subyace en la elaboración de la política del Banco de Japón.

Maeda afirmó que es probable que el BOJ no suba los tipos con el único propósito de frenar la caída del yen. Pero dijo que el impacto de los movimientos del yen en los precios de Japón puede haber llegado a ser mayor que en el pasado, cuando la economía estaba sumida en la deflación o la baja inflación.

"Desde esta perspectiva, el impacto que un yen débil podría tener sobre la inflación es importante para orientar la política monetaria", dijo.

(1 $ = 155,7300 yenes) (Reportaje de Leika Kihara y Yoshifumi Takemoto; Edición de Jamie Freed)