En el mismo periodo de 2022 Rusia registró un superávit de 1,2 billones de rublos, pero desde entonces los importantes desembolsos para apoyar su campaña militar en Ucrania y un muro de sanciones occidentales a sus exportaciones de petróleo y gas han golpeado las arcas del gobierno.

El aumento de la producción militar y el enorme gasto estatal mantienen en ebullición a la industria rusa, ayudando a suavizar el impacto económico de las sanciones occidentales y permitiendo a Moscú seguir adelante con su campaña en Ucrania.

El Ministerio de Finanzas dejó de publicar datos mensuales individuales sobre el cumplimiento del presupuesto el año pasado, pero según las cifras del miércoles, Rusia registró un déficit en abril de 1 billón de rublos (12.900 millones de dólares).

Eso contrasta con un superávit de 181.000 millones de rublos en marzo y déficits de 821.000 millones de rublos en febrero y 1,76 billones de rublos en enero.

Apenas transcurridos cuatro meses del año, el desfase del gasto en abril llevó el déficit de Rusia un 17% por encima de los planes del gobierno para un déficit de 2,9 billones de rublos en 2023 en su conjunto.

El gasto fue un 26,3% superior en los cuatro primeros meses del año en comparación con 2022, según los datos preliminares, mientras que los ingresos descendieron un 22,4%.

El ministro de Finanzas, Antón Siluánov, ha afirmado en repetidas ocasiones que el déficit presupuestario de Rusia este año no superará el 2% del PIB, aunque la mayoría de los analistas no están de acuerdo. El Fondo Monetario Internacional se encuentra entre los que esperan que Rusia registre un déficit presupuestario mucho mayor este año.

Siluanov afirmó recientemente que los ingresos procedentes del petróleo y el gas -que han descendido un 52,3% interanual según los datos del miércoles- serían cruciales para que Rusia cumpliera el objetivo del 2%.

Ante la caída de los ingresos, Moscú se ha visto obligado a empezar a vender reservas internacionales para ayudar a cubrir el déficit.

El plan de Rusia prevé actualmente la emisión de deuda a través de bonos del Tesoro OFZ por valor de 2,5 billones de rublos, con otro 1 billón de empréstitos permitidos para sustituir el gasto del Fondo de la Riqueza Nacional (NWF).

Rusia ha gastado 390.500 millones de rublos en cubrir el déficit del NWF en lo que va de año.

El banco central, que mantiene los tipos de interés en el 7,5% desde septiembre, ha advertido en repetidas ocasiones de que el déficit presupuestario ruso plantea riesgos inflacionistas. (1$ = 77,7205 rublos)