Las protestas por la destitución y detención del ex presidente Pedro Castillo en diciembre han paralizado la nación andina, con enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad que han dejado decenas de muertos. Es la peor violencia en Perú en dos décadas y amenaza con desestabilizar una de las economías más fiables de la región.

Los comentarios de Armas se producen un día después de que el banco central mantuviera su tipo de interés de referencia en el 7,75%, mientras los responsables de la política monetaria de la nación andina productora de cobre luchan contra la mayor inflación en un cuarto de siglo.

Fue la primera vez desde la segunda mitad de 2021 que el banco no subió su tasa mientras combate una inflación que se ha disparado muy por encima del rango meta del banco a 8,66% en enero, cerca del máximo en un cuarto de siglo que alcanzó el año pasado.

Una presentación que acompañaba a la rueda de prensa de Armas subrayaba que la decisión del jueves de mantener los tipos "no implica necesariamente el fin del ciclo de subidas de los tipos de interés".

Los futuros ajustes del tipo director dependerán de la nueva inflación, incluidos los efectos macroeconómicos del malestar social, decía la presentación.