La actividad de las fábricas de muchas economías asiáticas se debilitó en marzo a pesar del repunte de China, ya que la mediocre demanda interna lastró el crecimiento, según mostraron las encuestas el lunes, empañando las perspectivas de un país que en su día se expandió con rapidez y fue un motor clave de la economía mundial.

Japón y Corea del Sur, potencias exportadoras, vieron contraerse las actividades manufactureras, al igual que Taiwán, Malasia y Vietnam, en una señal del frágil estado de las economías de la región.

El índice Caixin/S&P Global de gestores de compras (PMI) del sector manufacturero chino subió a 51,1 en marzo desde los 50,9 del mes anterior, según mostró el lunes una encuesta privada, expandiéndose al ritmo más rápido en 13 meses y con la confianza empresarial alcanzando un máximo de 11 meses.

El resultado se une a una encuesta oficial del PMI publicada el domingo que mostró que la actividad de las fábricas chinas se expandió por primera vez en seis meses.

El repunte de China, que está luchando por organizar una fuerte reactivación económica debido en parte a una prolongada crisis inmobiliaria, supone un alivio para Pekín y los inversores de todo el mundo.

Sin embargo, la debilidad en otras partes de Asia pone de relieve el reto al que se enfrentan los responsables políticos de la región, que luchan contra los signos irregulares de recuperación de la demanda mundial y la incertidumbre sobre cuándo empezará la Reserva Federal estadounidense a recortar los tipos de interés.

"Las exportaciones de China están repuntando un poco, pero eso se debe a que sus productos son baratos. Eso significa que otros países asiáticos deben competir con China por una demanda que no crece", afirmó Toru Nishihama, economista jefe de mercados emergentes del Instituto de Investigación Dai-ichi Life.

"Sin un motor claro del crecimiento mundial, es difícil pintar un panorama halagüeño para Asia", añadió.

El índice PMI final au Jibun Bank de Japón se situó en 48,2 en marzo, el nivel más alto desde noviembre y recuperándose del 47,2 de febrero, que marcó el ritmo de contracción más rápido en más de 3 años y medio.

Sin embargo, la actividad se contrajo por décimo mes consecutivo al desplomarse los nuevos pedidos de exportación, lo que refleja un sentimiento agrio en mercados clave como China y Norteamérica, según mostró la encuesta.

La actividad manufacturera de Corea del Sur también se debilitó en marzo, ya que la ralentización de la demanda interna contrarrestó las sólidas ventas al exterior, y el PMI cayó a 49,8 en marzo desde los 50,7 de febrero.

El PMI de Taiwán cayó a 49,3 en marzo desde 48,6 en febrero, mientras que el de Vietnam descendió a 49,9 desde 50,4, y el de Malasia bajó a 48,4 desde 49,5, según mostraron las encuestas.

Por el contrario, la actividad manufacturera se expandió en marzo en Filipinas e Indonesia, mostraron las encuestas.

En las previsiones revisadas publicadas en enero, el FMI preveía que la economía asiática se expandiera un 4,5% este año, impulsada por la sólida demanda estadounidense y el impulso de las medidas de estímulo previstas en China.

Pero afirmó que la recuperación sería divergente entre las distintas economías, con un Japón que probablemente vería ralentizarse su crecimiento hasta el 0,9%, en contraste con una expansión prevista del 6,5% en la India. El FMI espera que la economía china se expanda un 4,6% este año, ralentizándose desde el 5,2% de 2023.