Filipinas ha aumentado este año de cinco a nueve el número de bases accesibles al ejército estadounidense, una medida que ha irritado a la potencia regional, China, que considera el acuerdo como una provocación y un posible aumento de las tensiones.

El almirante John Aquilino dijo que él y el jefe militar filipino, Romeo Brawner, habían discutido la posibilidad de ampliar aún más el número de bases a las que pueden acceder las fuerzas estadounidenses en virtud del Acuerdo de Cooperación para la Defensa Reforzada (EDCA).

"El general Brawner y yo hicimos recomendaciones a nuestros altos mandos para que se consideraran emplazamientos adicionales, pero aún queda trabajo por hacer en ese sentido", dijo Aquilino, subrayando que EE.UU. operaba en el país por invitación de Filipinas.

El estrechamiento de los lazos de defensa de Estados Unidos con Filipinas tras un periodo de declive ha provocado la preocupación en China de que Washington tenga en mente a Taiwán en sus esfuerzos por impulsar su presencia militar en la región.

Estados Unidos afirma que pretende reforzar una alianza ya fuerte y mejorar la capacidad de defensa de Filipinas.

Brawner dijo que el propósito de la EDCA eran los ejercicios de entrenamiento y la respuesta humanitaria y ante catástrofes, puntales clave de una alianza de décadas entre los dos países, y no relacionados con amenazas a la seguridad regional.

"Todas estas operaciones conjuntas, incluso la selección de nuestros emplazamientos EDCA, no tienen nada que ver con los demás países de la región Indo-Pacífica, es decir, con las amenazas que puedan surgir de estos países", afirmó.

Aquilino también dijo que los dos países estaban tratando de completar un acuerdo para impulsar su intercambio de inteligencia.