La Bolsa de Metales de Londres se enfrentará el martes en los tribunales a dos instituciones financieras por el caos del mercado que provocó la anulación de operaciones por valor de miles de millones de dólares, en un caso que podría afectar a la reputación de la capital británica como centro financiero.

El mayor mercado de metales del mundo enfureció a algunos inversores en marzo del año pasado cuando anuló unos 12.000 millones de dólares en operaciones con níquel después de que los precios registraran una subida récord, su primera suspensión de operaciones desde 1988.

La Autoridad de Conducta Financiera británica (FCA) inició en marzo una investigación sobre la interrupción de la negociación, la primera de su historia sobre una bolsa del Reino Unido por posible mala conducta.

El fondo de cobertura Elliott Associates y el creador de mercado Jane Street Global Trading han interpuesto una demanda por un importe combinado de 472 millones de dólares, alegando que la LME, con 146 años de antigüedad, incumplió lamentablemente sus responsabilidades.

Elliott y Jane Street alegan que la LME no investigó adecuadamente los caóticos precios del níquel, si el mercado se comportaba de forma racional y qué perjuicios causaría a algunos participantes en el mercado la decisión de cancelar las operaciones.

La LME ha argumentado que tenía tanto el poder como el deber de cerrar el mercado y cancelar las operaciones porque, de lo contrario, 19.700 millones de dólares de peticiones de margen habrían provocado la quiebra de múltiples miembros compensadores y creado un riesgo sistémico de mercado.

"La LME mantiene que los motivos de queja de Elliott y Jane Street carecen de fundamento y se basan en un malentendido fundamental de la situación", dijo la bolsa en un comunicado.

"Todas las acciones tomadas el 8 de marzo fueron legales y se hicieron en interés del mercado en su conjunto".

La revisión judicial de la decisión de la LME interpuesta por Elliott y Jane Street tendrá lugar durante tres días a partir del martes. Si la bolsa fuera declarada culpable, se celebraría un segundo juicio para decidir sobre la indemnización.

Otros fondos de cobertura han presentado otras demandas, pero como éstas giran en torno a las mismas cuestiones, han acordado esperar a que se tome una decisión en el caso de Elliott y Jane Street antes de seguir adelante.

El impacto del caso va más allá de la LME y ahondará en cuándo una bolsa financiera tiene derecho a anular operaciones que fueron colocadas legítimamente, dijeron los abogados.

"Las operaciones anuladas son realmente embarazosas para Londres", dijo un abogado especializado en asuntos regulatorios, que declinó ser identificado. "Este caso podría ser realmente importante para la reputación de la City como centro financiero".