El juez Arthur Engoron, con sede en Manhattan, accedió el jueves a la petición de la fiscal general del estado, Letitia James, de nombrar un monitor independiente para detener el presunto fraude en curso en la empresa inmobiliaria y evitar que los Trump transfieran activos fuera de su alcance.

La orden de Engoron prohíbe a los acusados transferir activos sin la aprobación del tribunal y exige que el monitor reciba una "descripción completa y precisa" de la estructura y los activos de la Organización Trump.

James había nombrado en septiembre a Trump, a tres de sus hijos adultos, a la Organización Trump y a otros como acusados en una demanda por fraude civil de 250 millones de dólares por haber sobrevalorado supuestamente los activos y el patrimonio neto de Trump mediante una década de mentiras a bancos y aseguradoras.

En una notificación de apelación presentada el lunes, la abogada de Trump, Alina Habba, y los abogados de sus hijos, Eric Trump, Ivanka Trump y Donald Trump, Jr, dijeron que los demandados pidieron a la División de Apelaciones, un tribunal de apelaciones estatal de nivel medio, que revisara la orden de Engoron, sin exponer sus argumentos legales.

Trump, un republicano, calificó la semana pasada de "ridícula" la orden de Engoron, y la Organización Trump la calificó de "intento obvio" de influir en las elecciones estadounidenses de mitad de período del martes. James es demócrata.

Engoron dio a ambas partes un plazo hasta el 10 de noviembre para recomendar tres candidatos a ser monitorizados.

El caso es una de las muchas batallas legales a las que se enfrenta Trump mientras medita su candidatura a la presidencia en 2024.

El testimonio comenzó la semana pasada en otro tribunal de Manhattan en un caso penal de la oficina del fiscal del distrito de Manhattan que acusa a la Organización Trump de maquinar para defraudar a las autoridades fiscales durante al menos 15 años. La empresa se ha declarado inocente.