La Comisión ha estado reteniendo su aprobación para que Hungría recurra al dinero destinado a ayudar a levantar las economías de la pandemia del COVID-19, acusando al gobierno de Orban de socavar el estado de derecho.

Hungría también se enfrenta a sanciones financieras de la Unión Europea por las mismas cuestiones relacionadas con el Estado de Derecho -incluidos los procedimientos de licitación pública que no cumplen las salvaguardias contra la corrupción- y tenía hasta el final del lunes para responder a las preocupaciones de Bruselas.

El nacionalista Orban -enfrascado en muchas batallas con la UE sobre la migración, los derechos LGBTQ y las normas democráticas- se ha visto sometido a una mayor presión para llegar a un acuerdo con Bruselas, ya que la moneda forint ha alcanzado nuevos mínimos y la inflación sigue aumentando.

"Ya hemos presentado parte de estos (cambios legales) y hemos hecho promesas para varias modificaciones legales más si se firma el acuerdo con la Comisión", dijo Gergely Gulyas en una sesión informativa.

Gulyas dijo que la respuesta enviada por Hungría había consensuado todas las recomendaciones de la Comisión, y que crearía un sistema "más estricto que nunca" y más transparente para supervisar el uso de los fondos de la UE y los contratos públicos.

"Esperamos que el procedimiento de condicionalidad pueda cerrarse y entonces se pueda firmar el acuerdo sobre los fondos de recuperación y también el presupuesto de siete años", dijo Gulyas.

La Comisión confirmó que había recibido la respuesta de Hungría en el llamado mecanismo de condicionalidad y que ahora tenía un mes para analizarla.

Se negó a ofrecer una evaluación anticipada, pero si considera que las garantías de Budapest son insuficientes, podría proponer que los otros 26 Estados miembros de la UE aprueben sanciones financieras contra el gobierno de Orban.

Sin embargo, este es un procedimiento distinto al de aprobar el desembolso de miles de millones de euros destinados a Hungría en el marco del estímulo económico COVID-19, dijo un portavoz de la Comisión.

Mientras se examinan asuntos similares relacionados con el control del gasto -incluso para los fondos de la UE que irían a Hungría- no existe un vínculo automático entre una decisión y otra, añadió el portavoz.