La Comisión Europea está planeando permitir exenciones a una propuesta de prohibición de las sustancias conocidas como PFAS, o "sustancias químicas para siempre", con el fin de proteger a industrias clave, según mostró el miércoles una carta vista por Reuters.

En una carta dirigida a algunos legisladores de la UE de su grupo parlamentario del PPE, la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, afirmó que la Comisión propondría exenciones que permitieran seguir utilizando las sustancias químicas en determinados sectores, como aquellos en los que el coste social o económico de la prohibición superara la reducción de los riesgos para la salud o el medio ambiente que plantean las sustancias químicas.

"Sobre esta base, la Comisión tiene la intención de proponer excepciones para los usos necesarios para la transición digital y ecológica de la UE y su autonomía estratégica, a la espera de alternativas viables", decía la carta, fechada el 5 de abril.

La carta afirmaba que una prohibición total podría poner en peligro las inversiones en tecnologías como los semiconductores y las baterías, que son cruciales para el cambio de Europa hacia una energía con bajas emisiones de carbono.

"Nuestro objetivo es combatir la contaminación por PFAS garantizando al mismo tiempo la seguridad de las inversiones en tecnologías clave", decía. La carta fue publicada por primera vez por el diario alemán Welt.

La Comisión Europea no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios.

En febrero del año pasado, la UE empezó a considerar la prohibición de estas sustancias ampliamente utilizadas pero potencialmente dañinas, en lo que podría convertirse en la regulación más amplia del bloque sobre la industria química.

Las sustancias químicas PFAS se utilizan en miles de productos y máquinas, como fármacos, automóviles, textiles y turbinas eólicas, debido a su resistencia a largo plazo a las temperaturas extremas y a la corrosión.

Los PFAS no se descomponen en el medio ambiente, como resultado de un enlace extremadamente fuerte entre los átomos de carbono y flúor. Esto les ha valido el apodo de "sustancias químicas para siempre", y ha suscitado preocupación por las consecuencias a largo plazo de una acumulación de PFAS a lo largo del tiempo en el medio ambiente, el agua potable y el cuerpo humano.

Según la Agencia Europea de Sustancias y Preparados Químicos, algunos PFAS pueden dañar a los fetos y varios pueden provocar cáncer en los seres humanos.

Políticos como el ministro alemán de Economía, Robert Habeck, han afirmado que los PFAS deberían eliminarse progresivamente en aquellas circunstancias en las que no puedan utilizarse de forma segura para los seres humanos y el medio ambiente, al tiempo que han advertido de que una prohibición total de todos los PFAS podría obstaculizar la producción de tecnologías ecológicas clave en Europa.

Industrias como la asociación europea de fabricantes de productos químicos Cefic han planteado preocupaciones similares, argumentando que una prohibición dificultaría la producción de baterías, semiconductores, vehículos eléctricos y la producción de energías renovables.