Las compras de divisas del banco central argentino desde que el presidente libertario Javier Milei asumió el cargo en diciembre superarán los 10.000 millones de dólares el miércoles, según cálculos de Reuters, mientras el gobierno busca borrar un profundo déficit neto de reservas.

El hito en sólo tres meses subraya cómo Milei, un economista ajeno a la política exterior, está haciendo de la estabilización de las finanzas públicas su prioridad, ayudando al país a batir los objetivos de acumulación de reservas con su principal prestamista, el Fondo Monetario Internacional (FMI).

"Es un dato alentador en términos de gestión de las reservas internacionales", afirmó la consultora EcoGo. "Ya se ha cumplido el objetivo de acumulación de reservas del FMI para marzo y sólo faltan 2.000 millones de dólares para alcanzar el objetivo de diciembre".

El banco central ha comprado dólares casi todos los días de negociación -salvo dos días de venta- desde la toma de posesión de Milei el 10 de diciembre, y las compras se aceleraron en marzo. En conjunto, las reservas netas siguen en terreno negativo, en torno a los -1.500 millones de dólares.

Esa acumulación se ha producido también en medio de una dura campaña de austeridad y recorte de gastos por parte de Milei, que ha frenado la actividad económica, el crecimiento y la producción, lastrando la demanda de dólares por parte de empresas y particulares. Además, la inflación supera el 275%.

"La profundización de la recesión y la inflación fomentan las ventas de divisas atesoradas por empresas y particulares", afirmó la consultora GMA Research, añadiendo que esto estaba contribuyendo a estimular la acumulación de divisas fuertes por parte del banco central.

Milei obtuvo una sorprendente victoria electoral el año pasado prometiendo una importante revisión de la economía argentina tras años de crisis, que ha achacado a los profundos déficits fiscales regulares derivados del gasto excesivo del Estado. Ha prometido un déficit fiscal "cero" este año.

La acumulación de dólares también es importante para su objetivo a más largo plazo de eliminar los controles de divisas y, finalmente, dolarizar la economía, aunque para ello aún queda un largo camino.

"Más allá del aspecto positivo de la acumulación de reservas, no creo que se levanten aún los controles, ya que hay que esperar a ver cómo sigue mejorando el balance del banco central", dijo el economista Gustavo Ber, residente en Buenos Aires.

La Fundación Mediterránea dijo que la mejora de las reservas y la calma de los mercados habían hecho subir los depósitos en dólares en los bancos, que cayeron el año pasado durante la incertidumbre electoral. Han subido a 16.500 millones de dólares desde los 14.100 millones que había cuando Milei asumió el cargo.

El gobierno también espera que las próximas cosechas de soja y maíz -las principales exportaciones de Argentina- traigan una nueva oleada de divisas, aunque algunos analistas advirtieron que una reciente subida del peso en los mercados paralelos podría hacer que los agricultores frenaran sus ventas al obtener menos moneda local por sus dólares.

"En el peor de los casos, podríamos llegar a un punto en el que los exportadores se vean tentados a retrasar las exportaciones", dijo Portfolio Personal Inversiones. "Eso jugaría en contra de la acumulación de reservas".