LONDRES, 1 may (Reuters) - Las autoridades británicas han empezado a detener a inmigrantes para preparar su envío a Ruanda en las próximas nueve a once semanas, dijo el miércoles el Gobierno, sentando las bases de la emblemática política de inmigración del primer ministro Rishi Sunak.

El Parlamento aprobó en abril una ley que allana el camino para enviar a Ruanda a los solicitantes de asilo que lleguen a Reino Unido sin permiso y Sunak quiere que los primeros vuelos despeguen en julio.

En lo que va de año, más de 7.500 inmigrantes han llegado a Inglaterra en pequeñas embarcaciones procedentes de Francia y el Gobierno afirma que la política disuadirá a la gente de realizar el peligroso viaje a través del canal de la Mancha. La semana pasada murieron cinco personas intentando cruzar el canal.

Se espera que las organizaciones humanitarias de derechos humanos y los sindicatos que se oponen a esta política presenten nuevos recursos judiciales para impedir que despeguen los vuelos, después de que el Tribunal Supremo de Reino Unido declarara ilegal la política el año pasado.

Las imágenes publicadas el miércoles por el Ministerio del Interior británico mostraban a un hombre siendo introducido en una furgoneta por agentes de inmigración y a otro siendo sacado de su casa esposado.

"Nuestros equipos están trabajando a marchas forzadas para detener rápidamente a quienes no tienen derecho a estar aquí, de modo que podamos despegar los vuelos", dijo el miércoles en un comunicado el ministro del Interior, James Cleverly.

Care4Calais, una organización humanitaria de refugiados, dijo que las detenciones habían comenzado el lunes.

Un portavoz dijo que la línea de ayuda del grupo había recibido llamadas de "decenas de personas", añadiendo que aún no sabían quién sería seleccionado para el primer vuelo de deportación, ni cuándo se intentaría.

Reino Unido envió a su primer solicitante de asilo a Ruanda en el marco de un programa voluntario, informó el martes el diario The Sun, un programa distinto a la política de deportaciones.

"La gente está muy asustada", dijo Natasha Tsangarides, directora asociada de defensa de la organización humanitaria Freedom from Torture, afirmando que el temor a ser detenidos y enviados a Ruanda empujaría a algunas personas a la clandestinidad y a desvincularse de su sistema de apoyo.

(Reporte de Sachin Ravikumar y Sarah Young; edición de Michael Holden; editado en español por Benjamín Mejías Valencia)