El fabricante de automóviles, que tanto vende como alquila coches mediante suscripciones mensuales, ya cuenta con lo que denomina clubes, que parecen bares o tiendas de estilo de vida, en Bélgica, Países Bajos, Alemania, Suecia, España e Italia.

Lynk, que sólo ofrece un SUV híbrido de fabricación china llamado 01 en negro y azul, lanzará un modelo totalmente eléctrico, el 02, a finales de 2024, dijo Alain Visser en una entrevista.

"Tenemos planes para entrar en otros mercados europeos a corto plazo: Noruega, Austria, Suiza y el Reino Unido", dijo Visser, que trabajó para General Motors, Ford y Volvo antes de Lynk.

Visser afirmó que Lynk tiene la "ambición" de introducirse también en el mercado estadounidense en algún momento.

Aunque pequeños, los planes de expansión de Lynk son el último ejemplo de cómo Geely intenta afianzarse en Europa a medida que aumenta el atractivo de los coches chinos, en particular de los vehículos eléctricos.

El gigante chino, que controla Volvo y la semana pasada aumentó su participación en la británica Aston Martin hasta el 17%, detalló en enero sus planes para hacer crecer sus marcas Zeekr y London Electric Vehicle en Europa.

También es socio de una nueva empresa de sistemas de propulsión que está creando con el fabricante de automóviles francés Renault.

En 2022, los vehículos eléctricos fabricados en China ya tenían una cuota de mercado del 9% en Europa, casi el doble que el año anterior, según la consultora Inovev, y el ritmo se está acelerando.

Lynk afirma que en abril contaba con 200.000 afiliaciones mensuales en Europa, de las cuales unas 25.000 se encuentran en Francia, frente a las 180.000 y 21.000 del mes anterior.

En Francia, donde Lynk planea abrir su primer espacio de venta en París a finales de 2023 o principios de 2024, ofrece una tarifa de suscripción mensual de 550 euros, con un precio de compra total de 44.500 euros (48.986 dólares) en el segmento premium, superior al de MG Motor, propiedad de Shanghai Automobile Industry Corporation.

El gobierno francés, presionando para atraer gigafábricas y plantas de fabricación de automóviles extranjeras, está planeando poner a disposición de los compradores de coches eléctricos una subvención de 5.000 euros (5.504 dólares) condicionada al cumplimiento de las normas de bajas emisiones de carbono cuando se fabriquen, lo que, según afirma, excluiría de hecho a los coches no fabricados en Europa.

Visser dijo que Lynk tendría que plantearse fabricar coches en Europa, también dadas las crecientes tensiones entre China y Estados Unidos.

"Cada vez es más necesario contar con centros de fabricación locales... en lugar de importar coches de China".

(1 dólar = 0,9084 euros)